Este miércoles la provincia de Ourense registró un nuevo tiroteo, que dejó al menos a un joven herido grave. Aunque no es el último caso de estos incidentes que tienen lugar en territorio ourensano en los últimos años. La provincia no se olvida de los que tuvieron lugar en una gasolinera de Tamallancos, en la entrada del CHUO o en Castrelo de Miño.
Heridos en la gasolinera de Tamallancos
Un vecino de Amoeiro fue detenido el 8 de marzo de este año tras disparar en varias ocasiones en una gasolinera de Tamallancos, en Vilamarín. El ataque de este hombre, que tenía como objetivo "dar al hombre que se había “llevado a su hija”, dejó al menos cuatro personas heridas. Todos los heridos tuvieron que ser trasladados al Complexo Hospitalario de Ourense para ser atendidos de heridas de diversa consideración.
Tiroteo en la entrada del CHUO
Es uno de los casos más sonados en Ourense. El 15 de mayo de 2016 se vivió el caos en la entrada del Complexo Hospitalario de Ourense. Un grupo de personas llegaron en dos vehículos con armas y dispararon contra una familia que se encontraba en la zona, dejando dos personas heridas. Seis personas fueron a juicio por este incidente, que causó mucho revuelo en la ciudad y en Maside.
Tiroteo y persecuciones por carretera en Castrelo de Miño
El ruido de los disparos causó alarma en Prado, en Castrelo de Miño, el 12 de agosto de 2019. En torno a las once de la noche, según los testimonios, dos vehículos estacionaron frente a una casa. Tras escuchar varios insultos, los vecinos escucharon diferentes detonaciones. Luego los vehículos salieron a toda velocidad por la carretera en dirección a Ourense.
Tiroteo en Arrabaldo
Los vecinos de Santa Cruz de Arrabaldo no dudaron en llamar a la Policía Nacional en noviembre de 2021 al escuchar unos disparos de escopeta y acto seguido ver a un hombre tirado en el suelo. Un sexagenario disparó después de discutir con dos jóvenes que merodeaban cerca de las casas situadas bajo la antigua estación de Renfe. El hombre que llevaba la escopeta explicó a la Policía que había apuntado al aire e hizo entrega voluntariamente del arma que había utilizado, así como de otra larga que tenía en su domicilio. Para ambas tenía los permisos correspondientes.
