El equipo de Hospitalización a Domicilio de Psiquiatría del CHUO pide más concienciación social
Desde el año 2016, la psiquiatra María del Carmen Alonso y la enfermera especialista en Salud Mental Mónica Ferreiro forman el equipo de la Unidad de Hospitalización a Domicilio de pacientes psiquiátricos del CHUO. El objetivo de este programa es ayudar a incorporarse al paciente a la vida normalizada de forma progresiva. "O psiquiatra proponllo ao paciente se é un bo candidato, se non vive lonxe e se ten un bo apoio familiar na casa, e el escolle voluntariamente", explica Ferreiro. En el día a día, la unidad atiende a una media de ocho pacientes, para lo que se desplazan por los alrededores de la ciudad.
El trabajo que realizan va más allá del cuidado del paciente -similar al que se realiza durante la hospitalización-, ya que también ofrecen apoyo a la familia. "Cuando sales de agudos tienes una etiqueta con un diagnóstico y es muy difícil de asimilar, tanto para ti como para tu círculo cercano", explica Alonso. "A los familiares les resolvemos las dudas, les explicamos el tipo de medicación, cómo tienen que cuidarlo, el riesgo de consumo de tóxicos...", añade. Los afectados se enfrentan, además, a la situación de contarlo en una sociedad que desconoce, en gran parte, la enfermedad mental: "Todavía hay mucho estigma". "Négase por completo, non se fala do tema", asegura la enfermera. "No tienes que ser agresivo, ni loco, ni violento, ni homicida, ni perverso, ni mucho menos, pero no se educa a la sociedad", reivindica la psiquiatra. Ambas señalan la importancia de educar en prevención, así como en que siempre hay salida: "Aunque las medicaciones son fuertes y los dejan pachuchos, no va a ser así el resto de su vida, mejorarán".
Actualmente, el equipo atiende a un total de 10 pacientes intensivos -visitas diarias o cada dos días-, ha habido momentos en los que el cupo alcanzó los 13 o 14, por lo que las sanitarias piden "más medios" para mejorar la atención a pacientes. "Debería haber otra unidad como la nuestra en O Barco, es un lugar con gran incidencia de enfermedad mental", aseguran. "Ahora mismo tenemos un paciente en Toén y otro en la zona de Esgos, es cierto que si hubiese más medios perderíamos menos tiempo", argumenta la psiquiatra.
Trabajo protegido, el reto de la provincia ourensana
Desde Ourense, María del Carmen Alonso y Mónica Ferreiro miran hacia Zamora con cierta envidia. Allí, la Fundación Intra ha desarrollado una red de trabajo protegido y de pisos de acogida que les permite a los pacientes estar dentro de la sociedad. "Intégranos dunha forma normalizada, están en cursos onde o resto dos compañeiros non sabe que son persoas con enfermidade mental", explica Ferreiro.
Los usuarios también trabajan, ya que la fundación dispone de diversas opciones laborales, desde limpieza de coches de la policía hasta arreglo de bicicletas municipales, entre otras muchas. "Respecto a trabajo protegido ellos van muy por delante, aquí no tenemos, al menos que conozcamos, nada parecido. La asistencia es buena, hay recursos... Pero nos falta eso", afirma la psiquiatra.
