Los usuarios de la línea ferroviaria de alta velocidad entre Ourense y Santiago encaran hoy la última jornada de la clausura de la infraestructura. Salvo que salte la sorpresa, la previsión es que mañana se recupere la actividad en la vía, después de dos días en los que el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) cortó el tráfico para probar el sistema de seguridad ERTMS.
Durante la jornada de ayer se respiraba tranquilidad en la estación intermodal, desde la que parten los autobuses que cubren el servicio alternativo dispuesto por Renfe para sustituir a los trenes Avant y Alvia afectados. Se notaba menos afluencia de pasajeros que de costumbre, al ser domingo y al influir también el menor atractivo del “plan B” para trasladar a los pasajeros.
Se espera que hoy sea el día de mayor afectación al tratarse de un lunes. En principio, esto incrementará el número de viajeros tras sumar a los usuarios recurrentes que se desplazan por cuestiones de trabajo o estudios.
Los usuarios habituales del tren deberán tener en cuenta el cambio de horarios de los trenes entre A Coruña y Ourense. Las ocho frecuencias de ida y vuelta prácticamente duplicarán su tiempo de viaje con la ciudad herculina debido al tránsito en autobús hasta Santiago, como viene sucediendo desde el inicio del corte.
Esta interrupción del servicio se volverá a repetir durante diez días. Durante este lapso, los maquinistas recibirán formación para usar el nuevo sistema. Adif aún no ha precisado cuándo se producirá este segundo cierre de las vías para el tráfico comercial.
