El tratamiento de los escombros originados por el sector de la construcción en la provincia de Ourense creará más de 20 puestos de trabajo, al tiempo que supondrá su transformación en nuevo material para emplear en el sector.El titular del departamento de Medio Ambiente de la Xunta, Manuel Vázquez, inauguró hoy en Xunqueira de Espadañedo la segunda planta de recepción y separación de residuos de la construcción, después de la ya creada en Leiro, mientras en breve habrá otra en O Barco de Valdeorras.
Las tres plantas se harán cargo de las 74.000 toneladas de escombros generadas al año en demoliciones y construcción de toda la provincia. En el acto inaugural, Vázquez felicitó al alcalde de Xunqueira Ricardo González, por 'ser capaz de ver que donde hay un residuo hay un recurso', subrayó.
El proceso se inicia con el transporte de los escombros desde las propias obras, en camiones que llegan a cada planta -de las que hay 9 de carácter público en Galicia- donde se pesan y luego se descargan en contenedores.
Una pala vierte todos los residuos en la máquina separadora que enviará a diferentes contenedores la tierra y restos de ladrillos, pedazos de tejas, plásticos y cartones.
Según Vázquez, los restos de ladrillos y tierra se vuelven a utilizar para elaborar nuevos ladrillos, cartones y plásticos irán a centros de gestión propios. Los pedazos de tejas y otros servirán para rellenar en el entorno de Xunqueira de Espadañedo, antiguas canteras de arcilla y otras explotaciones mineras con el fin de completar su recuperación medioambiental.
La planta inaugurada hoy, en una antigua fábrica de ladrillos, crea entre 8 y diez puestos de trabajo y dará servicio a la zona central de la provincia, mientras que la prevista para O Barco, atenderá las necesidades de separación y reciclaje de escombros de toda la zona oriental.
También en la comarca de Valdeorras, según Vázquez, se instalará otra planta destinada específicamente a los escombros de la empresa Rieter Saifa, auxiliar de automoción, que ya no tiene donde verter sus residuos.
Fuentes de la Consellería explicaron que la provincia de Ourense no cuenta con ninguna planta de separación y reciclaje de escombros de demolición que sea de iniciativa privada, a diferencia del resto de Galicia donde hay 23 que se suman a las 9 públicas.
El proceso se inicia con el transporte de los escombros desde las propias obras, en camiones que llegan a cada planta -de las que hay 9 de carácter público en Galicia- donde se pesan y luego se descargan en contenedores.
Una pala vierte todos los residuos en la máquina separadora que enviará a diferentes contenedores la tierra y restos de ladrillos, pedazos de tejas, plásticos y cartones.
Según Vázquez, los restos de ladrillos y tierra se vuelven a utilizar para elaborar nuevos ladrillos, cartones y plásticos irán a centros de gestión propios. Los pedazos de tejas y otros servirán para rellenar en el entorno de Xunqueira de Espadañedo, antiguas canteras de arcilla y otras explotaciones mineras con el fin de completar su recuperación medioambiental.
La planta inaugurada hoy, en una antigua fábrica de ladrillos, crea entre 8 y diez puestos de trabajo y dará servicio a la zona central de la provincia, mientras que la prevista para O Barco, atenderá las necesidades de separación y reciclaje de escombros de toda la zona oriental.
También en la comarca de Valdeorras, según Vázquez, se instalará otra planta destinada específicamente a los escombros de la empresa Rieter Saifa, auxiliar de automoción, que ya no tiene donde verter sus residuos.
Fuentes de la Consellería explicaron que la provincia de Ourense no cuenta con ninguna planta de separación y reciclaje de escombros de demolición que sea de iniciativa privada, a diferencia del resto de Galicia donde hay 23 que se suman a las 9 públicas.
