Amigos, compañeros, familiares y personalidades políticas se acercaron a la Parroquia de la Inmaculada para depedir a Celso Blanco.
Familiares, amigos, compañeros de trabajo y personalidades políticas acudieron a la Parroquia de la Inmaculada para despedir a Celso Blanco, el agente de policía que apareció muerto en la comisaría de la Policía Nacional de Ourense.
Miradas triste, colores oscuros y el cielo cubierto describían la salida del féretro del policía al que acompañaban un centenar de personas antes de iniciarse la misa fúnebre. Cánticos y oraciones despidieron al agente que pertenecía al gabinete de prensa de la Policía Nacional.