La Ribeira Sacra vive un año completamente frenético. Era el 28 de diciembre de 2018, hace casi un año, cuando el Consello da Xunta declaraba la zona como Bien de Interés Cultura (BIC), justo 12 meses después de haber iniciado los trámites.
Meses intensos
Este fue el pistoletazo de salida a meses de infarto, ya que poco después, el 5 de abril, el Consejo de Patrimonio Histórico certificase en Nogueira de Ramuín que este tesoro natural era la candidatura elegida por España para llevar ante la Unesco en 2021. Esta decisión fue reafirmada el pasado 22 de octubre, cuando su proclamación como candidata pasó a ser definitiva.
Plazos de un doble objetivo
En este sentido, los plazos que ahora se manejan, una vez aprobado el Plan de Gestión, es que los técnicos de la Unesco evalúen la candidatura en 2020 y que antes de verano de 2021 sea llevada al Comité Mundial de Patrimonio.
El reto será doble, un "fito histórico", según define el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ya que, paralelamente, continúa la carrera de la Ribeira Sacra para ser declarada la séptima Reserva de la Biosfera de Galicia, también por la Unesco. Es algo que situaría en 2021 a esta zona que comparten Lugo y Ourense con las dos máximas distinciones de protección, y perfectamente engalanada para el Año Santo, por un lado, y para la previsible, aunque dudosa, llegada del AVE a Galicia por Ourense.
La propuesta para ser Reserva de la Biosfera también vivió meses frenéticos, ya que el pasado mes de agsoto se abría a información pública su candidatura, esta pasada semana la Xunta la enviaba dirección Madrid, quedando ya ahora en manos de la Unesco.
El reto del turismo
Con todos estos mimbres, se dibuja un panorama intenso para una Ribeira Sacra que vive en los últimos años un impulso "bestial" del turismo, como lo define el alcalde de Parada de Sil, Aquilino Domínguez. Los regidores saben que toca currar."Estamos todos implicados e toca traballar duro, ante o previsible aumento de demanda turística", señala el regidor de A Peroxa, Manuel Seoane.
Qué hay en el plan de gestión
Es una herramienta para planificar las acciones a tomar en la zona de forma coordinada. Por una parte se actuará en la protección, que corresponde a la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural (DXPC) ; por otro, a la planificación, para lo que se crea una Comisión Interdepartamental que vigilará que todas las iniciativas que se desplieguen en la Ribeira Sacra sean compatibles con la preservación del Valor Universal Excepcional; y, por último, en la coordinación, que llevarán la DXPC, el Consorcio de Turismo Ribeira Sacra y entidades colaboradoras.
Se crearán "ferramentas lexislativas e administrativas" para salvaguardan los bienes culturales excepcionales de la zona; se dotarán "medios humanos capacitados e especializados" y se hará una planificación basada en la "sustentabilidade e a cohesión social". Todo ello con el objetivo de crear un "referente mundial" en la gestión del paisaje cultural gracias a una estrategia común seguida a rajatabla.
Se establecen 35 acciones para los que se irán disponiendo progresivamente de hasta 34 millones de euros entre 2020 y 2023 con cino consellerías implicadas: Cultura e Turismo; Medio Rural;Medio Ambiente, Territorio e Vivenda; Economía, Emprego e Industria, e Infraestruturas e Mobilidade.
Inversiones por áreas
El gasto se repartirá en siete programas. El patrimonio y paisaje cultural se llevará 9,76 millones; la ordenación del territorio, 568.000; la conservación y el medio ambiente, 5,3; el desarrollo económico sostenible, 16,27; la gestión del turismo; 1,3; la educación e investigación, 870.000 euros, y la comunicación, 250.000.
