Terminó ayer Salustiano Mato su atípica campaña sin contrincante para la Universidad de Vigo.
Ya sabe que volverá a ganar, no sólo por sus propios méritos, sino por la insólita incomparecencia de la oposición. Por tanto, Mato, del grupo conocido como Alternativa Universitaria, podrá cumplir los ocho años al frente de la joven institución viguesa, tiempo máximo permitido. El cierre lo realizó en Pontevedra, donde señaló que finalmente empleó menos del 40 por ciento del presupuesto concedido para la campaña y donde explicó los planes de actuación en su campus. En total, de los 6.000 euros que tenía adjudicados sólo utilizó 2.373 en elaboración de material, dietas y otros gastos, por lo que devolverá a la institución los otros 3.626 euros. Habrá votación la próxima semana, el martes 1 de abril, aunque sin ninguna duda sobre el resultado. Tras su comparecencia en el campus pontevedrés mantuvo el rector ahora en funciones una entrevista con este diario donde explicó sus planes para el segundo mandato.
En vista de que usted es el candidato único, y por tanto va a ser reelegido rector, ¿siente que estas elecciones son una especie de plebiscito?
Hay alguna gente que quiere convertir las elecciones en un plebiscito pero no es así. Son elecciones y todo el mundo se puede presentar. Cuando solo se presenta una candidatura es por algo. Porque la gente que pulsa opinión en campaña ve la candidatura ganadora. La campaña forma parte del proceso, pero es cierto que en el momento en que vi que era el único candidato noté una mayor responsabilidad, la de asumir e integrar todas las miradas de la Universidad de Vigo para liderar la institución y que rememos todos en la misma dirección. Con ese ánimo hice la campaña, con autocrítica para hacer hincapié en lo que hay que corregir y tratar de ponerme en la piel de todo el mundo para intentar ver las distintas miradas.
¿Se esperaba que la oposición no presentara finalmente un candidato propio?
No lo esperaba, parecía incluso al contrario, por las asambleas, que podría haber más candidatos. Me dediqué a escuchar a todo el mundo y al final solo se presentó mi candidatura. La conclusión a la que llegaron es que no tenían espacio para su oportunidad, supongo. Creo que cada vez hay menos diferencias en la Universidad, porque hay un modelo consolidado y compartido. Creo que hay diferencias pequeñas que trato de integrar y que son mayores cuando nos comparamos con otras universidades. Veo más diferencias con otros modelos fuera que en el interior, por eso ser candidato único me hace ser más responsable.
Lleva cuatro años de rector, ¿qué cambió la universidad en este período?
El cambio traumático vino de pasar de "pre-bolonia" a "post-bolonia" (plan de adaptación y unificación de criterios en las universidades europeas), que es un sistema mejor para elevar las enseñanzas pero pasamos con un coste tremendo sin apoyo de los gobiernos y con leyes que dan más trabajo y menos ingresos y eso es lo que indigna a la gente. Hacemos un esfuerzo sin acompañamiento y con leyes restrictivas, pero esta Universidad fue capaz de aguantar y minimizar el impacto pero los ánimos son de indignación por decisiones en un período de mayor transformación de Bolonia. Para bien cambió en que con todo 'lo que llueve' conseguimos lo que algunos llaman un milagro. La Universidad de Vigo está saneada y con futuro garantizado y conseguimos que empezara a internacionalizarse de forma real. Mi leivmotiv para los cuatro años es ponerla definitivamente en el mundo.
Entonces, sabiendo que va a continuar, ¿qué prevé hacer para los próximos cuatro años al frente de la institución?
Nos vamos a sumergir en Europa y ser una referencia pero, como digo en campaña "nos vamos a Asia y América, ¿vienes con nosotros?". La ecuación de I+D+i funciona y vamos a poner en marcha el resto de áreas. Estaremos en cuatro años con activos para que puedan beneficiarse de la potencia del barco en el que andamos, nos va a dar la solución final: ser una universidad en el mundo. Vigo va a estar en el mundo.
¿Qué es lo más urgente para su segundo mandato como rector que iniciará la próxima semana?
Lo primero, el cambio estructural. Tenemos normas de funcionamiento interno de hace 20 años que ya no valen para postbolonia, todos los retos pasan por cambiar para mejorar la docencia y los estudiantes de forma impecable, vamos a innovar instrumentos para que nos lleve a que nuestros chavales lo disfruten, porque sin estudiantes no existimos. Las normas eran para cuando había lección magistral, y por tanto ahora ya no sirven.
¿Que haya satélites Made in Universidad de Vigo por los cielos es motivo de orgullo?
Los satélites son un orgullo, una marca, hay hitos más importantes de la Universidad de Vigo pero no tan mediáticos. Nuestra ingeniería espacial es única en España y de las mejores de Europa y nos facilita que Vigo tenga una marca internacional.
¿Ser rector ha sido tan interesante como se lo imaginaba?
(Sonríe). Bueno, ya sabía algo porque fui vicerrector ocho años con Domingo Docampo, por lo tanto conocía cómo funcionaba, y de hecho me quedé en varias ocasiones al frente cuando no estaba en Vigo. Pero el reto me animo, cuando me pidieron hace cuatro años que liderara la candidatura de Alternativa Universitarias acepté por volcar mi experiencia en una situación difícil. El reto me estimula
Tiene cuatro años por delante, pero después de ser rector de la Universidad de Vigo ¿qué?
Nada, soy catedrático (de zoología en la Facultad de Biología de Vigo), y ahí estoy. Para mí dar clase es algo con lo que disfruto, así que de forma natural volveré a mi investigación y a la cátedra salvo que haya desafíos nuevos donde me considere capacitado.
¿Podría pensar en un salto a la política? De hecho, usted ya tuvo un cargo en la Consellería de Industria, en I+D, cuando gobernaba la Xunta el bipartito, aunque quizá pueda decirse que tenía un perfil técnico.
Si sigue así, como ahora, con la política en manos de la partitocracia, es muy difícil que la gente con criterio pueda ser depositaria de confianza. Es un tema, la entrada en política, que no depende de las personas individuales sino de los aparatos de los partidos. Y me veo muy lejos de ser mirado por la partitocracia. En todo caso, yo no me postulo para un cargo, me limito a aceptar desafíos.
Hablando de desafíos, esta semana, para animar la extraña campaña aceptó ponerse de camarero durante una hora en la cafetería del campus, ¿cómo le fue?
Fue muy bien, toda una experiencia disfruté mucho, me dijeron que no estorbé nada, iba directo. Los rapaces que me conocían me pedían que les sirviera, otros no me conocían y me valió para que supieran que hay elecciones. Los animé a votar.
