El vaciado de los embalses en Ourense “pone en riesgo” su ecosistema

El vaciado masivo de los embalses de los últimos días, además de menguar la reserva hídrica de la provincia, está causando daños medioambientales. Expertos y ecologistas advierten de que el caudal tan bajo de los ríos está afectando a la fauna y a la flora de los ecosistemas creados por estos estancamientos artificiales de agua. El bajo nivel de los embalses afecta principalmente a la fauna piscícola, que con la falta de oxígeno y el agitamiento del fondo lodoso de los embalses provoca que los peces no dispongan del oxígeno suficiente para sobrevivir. El experto y educador en ciencias ambientales Lucas Lastra explica que aunque los embalses sean “unha construción artificial, acaban xerando un ecosistema, que poden destruírse con estas épocas de seca aínda que estean acostumados á flutuación”. Estas zonas son propicias, por ejemplo, para muchas aves, que lo utilizan como zona de humedal; así como todos los peces y anfibios que habitan las presas. La reducción de este entorno por los vaciados de agua implica problemas para la supervivencia de todas estas especies. Esta bajada extrema también produce que la vegetación a las orillas de los embalses no sobreviva. Esto se debe a la artificialidad del terreno, que cuando no está cubierto de agua sufre un rápido proceso de desertificación, provocando que las especies de las riberas no sobrevivan sin agua durante tanto tiempo. “Por esta razón son tan típicas as imaxes dos balcóns que se van formando ás beiras dos encoros”, afirma Lastra. Las organizaciones ecologistas Amigos da Terra, Ecoloxistas en Acción, o Sustinea demandan que se proteja a la flora y la fauna de los ríos. Montse Valencia, de Ecoloxistas en Acción, hace hincapié en que es necesario realizar un estudio para la preservación de las especies piscícolas más vulnerables, ya que son las que más padecen la bajada del caudal de los ríos. Paulo Vázquez, de Sustinea, advierte que, cuando vuelva a aumentar el caudal, “producirase un remexido dos lodos do fondo do encoro que atoldará a auga e producirá que os peixes morran por asfixia”. Lo que todos descartan es que este vaciado pueda tener consecuencias en los ciclos hídricos y de precipitaciones. El decano de la Facultad de Ciencias de la UVigo, Gil Garrote, advierte de la necesidad de ser precavidos con las reservas hídricas por si la temporada de sequía se alarga. Por su parte, Lastra remarca el cambio estacional provocado por el cambio climático, que alarga cada vez más los períodos de sequía. “As condicións de agosto son as que no pasado correspondían a xullo”, asegura. “É necesario cambiar o modelo de reservas de auga, xa que a época de choivas cada vez chega máis tarde”, apunta. El ocio veraniego debe adaptarse a un modelo de consumo de agua más sostenible Lucas Lastra, experto y educador en ciencias ambientales, advierte de la necesidad de replantearse el modelo de ocio veraniego hacia otro más sostenible con el consumo de agua. La actividad lúdica durante el periodo estival invita a refrescarse con agua, pero el aumento continuo durante los últimos años del número de piscinas y prácticas que tienen el agua como principal reclamo hace que las reservas hídricas lleguen al extremo cada verano. Lastra hace especial hincapié en que es necesario ir “buscando unha alternativa de ocio para combater as altas temperaturas pero que non implique un consumo excesivo de auga”. Explica que, además de que las reservas hídricas cada vez son menores, el tiempo de utilización de las piscinas cada vez va en aumento: “Antes as piscinas empregábanse durante dous meses, pero na actualidade unha piscina privada pode empregarse dende maio ata case outubro, o que as fai cada vez menos sostibles”. En este sentido, Lastra concluye inisistiendo en que resulta necesario reformular el ocio estival hacia la sostenibilidad.