Valente, el guardia civil que evitó un suicidio en Ourense

Roberto Valente persigue delitos cibernéticos en su día a día. Es uno de los guardias civiles que conforman el “equipo Arroba”, un grupo creado para hacer frente a la delincuencia online, que ya genera el 50% de las denuncias que se registran en la provincia. Sin embargo, en su tiempo libre, cuando va de paisano, su vocación no se apaga. El martes por la noche regresaba a su domicilio en coche cuando, al cruzar el Puente Nuevo, vio un hombre alzado sobre la barandilla. Planeaba quitarse la vida, lanzándose al vacío. “No lo dudé. Puse los cuatro intermitentes y paré como pude”, señala. Corrió hacia allí y lo agarró desde atrás. Lo empujó hacia tierra para evitar que se suicidase, en una caída de 22 metros sin posibilidades de supervivencia. Gráfico | Los datos de suicidios en Ourense y Galicia El hombre al que Valente salvó, de 50 años, comenzó a explicarse: “Tengo muchos problemas con mi familia, no tengo trabajo ni tampoco dinero”. “En este mundo no pinto nada”, le dijo al guardia civil. Además, advirtió que también padecía problemas de alcoholismo. Estaba decidido a acabar con su vida, no encontraba consuelo. Así se lo transmitió al guardia civil que escuchó para tratar de serenarle. Ese mismo instante dos mujeres cruzaron también el puente. Valente les hizo señas para que llamasen al 061 y así poder trasladar al hombre, que estaba muy alterado. Al rato, una ambulancia lo llevó al CHUO. Además, de forma casual, pasaron también cuatro patrullas de la Policía Nacional que iban a detener otro intento autolítico en la Saínza. En este caso, en un domicilio. "Faltan psicólogos" A Roberto el suicidio no le es ajeno: “En mi trabajo llevamos una época muy dura, con compañeros que se quitaron la vida en los últimos diez años, por eso me toca especialmente”, señala. Para él, lo que pasó es algo que se debe cuidar para evitarlo a toda costa. “Fue él, pero mañana podría ser yo. Nunca sabes lo qué puede pasar por la cabeza de alguien”, afirma. Tener en cuenta a los seres queridos cuando se llega al límite es un recurso necesario: “Hay que intentar luchar. El apoyo de la familia y los amigos es fundamental para salir de un bache”, explica. Valente afirma que es necesario cuidar más la salud mental. “En esta sociedad que va tan rápido y que fomenta el individualismo, hay que preocuparse por la mente especialmente”, reflexiona. El guardia civil opina que debería haber más psicólogos en Ourense “y, sobre todo, que fuesen de más fácil acceso, en concreto, económicamente”. El suicidio, la pandemia silenciosa El suicidio es la segunda causa de muerte violenta en Ourense, solo por detrás de los accidentes. En el año 2021, 32 personas -20 hombres y 11 mujeres- se quitaron la vida en la provincia, frente a las 14 que fallecieron en las carreteras. En cuanto al perfil de la víctima, suele tratarse de un hombre maduro, de entre 50 y 60 años. Aunque, tras la pandemia, se experimenta un aumento en los casos de suicidio en la franja de edad de 70-80 años. En el caso de las mujeres, preocupa el número de víctimas infantiles-juveniles. Hasta 7 mujeres de entre 11 y 20 años decidieron quitarse la vida en 2021.