Pasó lo que pasó

Van Thelma y Louise por Juan XXIII

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Ya tenemos una ciudad en la que no se debe circular a más de 30 por hora. Gas a fondo van el concejal y el alcalde como Thelma y Louise para espetarse en el Gran Cañón. O no pasarán del coyote de Correcaminos.

Para analistas de peluquería

Dice el clásico que lo peor de dejar un cargo público es que al día siguiente ya no suena tu teléfono, que es tanto como decir que importas un pito. Debe ser un fastidio que un yonqui de los medios como Pablo Iglesias ya solo quede para posados sin coleta. Diez años después del 15-M, el viento de cola que trajo mareas y nueva política, le queda una casa en Galapagar y un posado de peluquería. Son dos de los síntomas de aburguesamiento cuando la moqueta amortigua la pisada. Iglesias acaba teniendo un tratamiento informativo como el de las instituciones que denostó: la Monarquía, sin ir más lejos. Esta semana quedó el exlíder de Podemos expuesto en los medios como lo hace la Reina Letizia en la prensa del corazón: en manos de especialistas capaces de saber si la chaqueta que lleva es de Zara y si calza zapatos de Jimmy Choo. El comunista ha quedado en manos de semiólogos en vez de sociólogos. Poco más quedará de su legado, como le quedará a tantos otros que bajan las escaleras a trompicones. En Ciudadanos no se queda nadie ni aún obligándoles a cuarentena y por el bulleiro ourensano se mantienen las tribulaciones, pero sigue habiendo mudanza, tanto en casa de Arrimadas como en la comuna de Jácome. Tres examigos del alcalde se pasan al grupo de los no adscritos donde se encontrarán con otro damnificado. A ellos se le sumará Laureano Bermejo, que viene de Ciudadanos. Se les han caído los palos del sombrajo ideológico pero mantienen bien alto el mástil del puestiño, un clásico en la política provincial. Dijo el regidor que se van por dinero y él en la operación palmará 36.000 euros al año que no podrá retirar del buche público. Todo en política, como se ve últimamente, es una cuestión de estética o de dinero. O de ambas cosas. Uno quedará para anunciar champú, los otros para cotizar para el paro que les espera en las próximas elecciones municipales.

Cambio de Peugeot por Thunderbird

Llegó la limitación de la velocidad a 30 kilómetros por hora en los viales urbanos. Como es costumbre la medida entró en vigor en medio de la improvisación y la despreocupación. La velocidad del desarrollo de la ciudad queda muy por debajo, queda muy por arriba su velocidad de deterioro. Todavía hay prioridades: primero radares para multar, luego una ciudad humanizable. El sarcasmo tiene estos desvaríos: el alcalde que se cisca en las normas de circulación y el concejal que hacía ademanes para ser atropellado y empapelar a un policía expiden carnés de ciudadanos concienciados con el medio ambiente. Jácome y Telmo Ucha van al límite y cualquier día dejan el Peugeot oficial en el garaje y se pillan el Thunderbird descapotable de Thelma y Louise para tirarse a toda velocidad por Juan XXIII para despeñarse en las municipales del 2023 como Susan Sarandon y Geena Davis lo hicieron por el Gran Cañón.

Éxitos del gigante comepiedras

Hay que reconocerle a los dirigentes de esta ciudad de 30 por hora que sea muy superior la velocidad de desintegración a la que la someten. Millones de años tarda la roca en descomponerse en arena, bastan dos para que el gigante comepiedras del Concello, como el de la Historia Interminable, se pape hasta el granito de la catedral por su base. Cada semana hay evidencias. Un caprichoso alcalde a la voz de el balón es mío y tú no juegas dice que no ha lugar a promocionar el turismo en ferias como Fitur. Lo hará, seguro, porque en sus fueros interno y externo sabe que gracias a su política desertizadora, hasta el verde es ocre y que va quedando poco por lucir. Hay evidencias de la clarividencia que enraíza aquí como que se encargue una encuesta pagada con fondos públicos para que la gente responda sobre líderes que no hay y partidos que no quedan. O se dé opinión sobre "grandes proyectos" que se quedan en grandes desbarres.  

Los náufragos de Forges

La actualidad en Ourense nos tiene como a los náufragos de Forges. En el islote el barbudo contempla su propio pie, sobre el que ha pintado un bello rostro de mujer: "Hoy hace 35 años que nos conocemos, Marilyn", dice resignado en una de aquellas célebres viñetas. Pero, una vez que reconoces lo absurdo de conversar con tu pie, miras al horizonte y un barco viene en auxilio: el campus de Ourense consigue un grado de Inteligencia Artificial que incorpora 70 alumnos el primer curso. No es el futuro, es el presente, Y una empresa local, Egatel, lidera un consorcio para aspirar a proyectos de ingeniería espacial con 7.000 empleos en cartera. Hay vida más allá del naufragio informativo y de políticos locales que le hablan a su propio pie. Y lo peor es que esperan a que les conteste.


Al poner la lupa | ¿Qué es el respeto? ¿y tú lo preguntas?

Ourense. 14/05/2021. Protesta de los trabajadores del concello y de la oposición para pedir respeto al alcalde de Ourense.
Foto: Xesús Fariñas

¿Qué es el respeto? Dices mientras clavas en mi pupila tu pupila azul. ¿Qué es el respeto? ¿Y tú me lo preguntas? Respeto eres tú. Poca poesía, mucho respeto, piden los trabajadores del Concello de Ourense a su alcalde. Hubo tiempos en los que se reivindicaban salarios, medios, mejoras sociales... Ahora ya solo se conforman con no ser vilipendiados. Piden respeto como personas antes que como trabajadores y cuando las vísceras y los instintos primarios prenden en la función pública es que la cosa está peor de lo que se piensa. Si exigen ser respetados es que se sienten humillados.


El portafotos | Laureano Bermejo

OURENSE (TETERÍA TEA AND NATURE). 21/12/2018. OURENSE. Retratos de Laureano Bermejo, candidato en Ciudadanos. FOTO: ÓSCAR PINAL

Laureano Bermejo ha dicho basta y se ha sentado en otro banco, que está la cosa muy cruda como para irse a casa. El ya exconcejal de Ciudadanos en el Concello de Ourense ha sufrido una mutación ideológica muy de estos tiempos: huy, que parece que hace frío aquí, me voy para allí. Llegó a las listas del partido naranja en el 2019 después de haber estado con anterioridad en UPyD, una leve verruga en el escenario político. Cuando el viento soplaba a favor se puso en la proa, divisando el horizonte como secretario de organización, pero pronto tuvo que doblar el Cabo de Hornos: mucho oleaje para semejante grumete. Como tabla de náufrago encontró el segundo lugar en la lista para el Concello de Ourense y entró con Pepe Araújo. Los libros de actas del Concello no guardarán intervenciones descollantes de este edil, pero al menos no ha insultado, que tiene mérito en la corporación actual. Sabrá él las razones de su crisis de fe en el partido y las razones por las que se muda con armas y bagajes al grupo de no adscritos porque las que ha dado hasta el momento no cuelan. Bermejo ha tenido la oportunidad de dejar una moraleja de dignidad sin tener que ponerse colorado porque se escapa con el escaño. Únicamente que creyese que en la política amoral que nos toca él es solo uno más. 

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