La Guardia Civil sospecha que el potente explosivo, que se encontraba en mal estado, iba a ser destinado a extraer piedra

Un vecino de Castrelo de Miño halla tres kilos de goma-2 en un monte

Un vecino que paseaba por esta zona de Vide halló los 29 cartuchos de goma 2 entre la maleza, bien etiquetados pero deteriorados. (Foto: XESÚS FARIÑAS)
Veintinueve cartuchos de goma-2 (un explosivo del tipo dinamita de fabricación española) perfectamente embalados en una caja de plástico, que estaba en el interior de una bolsa. Esto fue lo que encontró ayer un vecino de Castrelo de Miño cuando daba un paseo por los montes de la localidad de Vide, dentro del mismo municipio.
La bolsa, que estaba oculta entre la maleza, despertó la curiosidad del vecino, que en un principio se mostró sorprendido con el contenido, dado que cada cartucho estaba perfectamente envuelto y etiquetado, aunque con el papel húmedo y deteriorado por el paso del tiempo.

Nada más leer una de las etiquetas y percatarse del contenido, alertó a la Guardia Civil, que se incautó de la bolsa, trasladando el material al cuartel de Ribadavia, donde permanecía en la tarde de ayer a la espera de ser analizado por especialistas en desactivación de artefactos explosivos (Tedax), con sede en la Comandancia de la Guardia Civil de Pontevedra.

Los 29 cartuchos arrojaron un peso de tres kilos de explosivo que, según fuentes del instituto armado, ya está en muy mal estado y no sirve para ser utilizado. Pese a ello, los agentes del Tedax lo analizarán en profundidad para determinar su procedencia, así como su composición para aclarar si se trata de goma-2 EC (poco potente) o goma-2 ECO, la que utilizaba habitualmente la banda terrorista ETA en sus atentados.

A la espera del resultado de los análisis, la Guardia Civil abrió una investigación y ayer trabajaba con la hipótesis de que el material explosivo estuviese destinado a hacer detonaciones en explotaciones de piedra. Los propietarios de las canteras podrían haberlo dejado l abandonado tras la presión policial y el endurecimiento de la legislación en materia de tenencia y custodia de explosivos después del atentado del 11 de marzo de 2004 en Madrid.

Los agentes centran la investigación en las canteras de piedra que hay en las comarcas de O Ribeiro y Carballiño y en los municipios de Cartelle y Toén, revisando los apuntos del material explosivo que solicitaron en los últimos dos años, existencias y el que emplearon en las detonaciones. Los investigadores descartaban ayer que el material procediera de Portugal, donde hasta hace dos años se vendía prácticamente sin ningún tipo de control.


CANTERAS

El teniente de alcalde de Castrelo de Miño, Alfredo Fernández, asegura que en el municipio no hay ninguna explotación de piedra. 'Hubo pequenas canteiras, que nin tiñan licencia municipal. Funcionaban algúns meses en zonas nas que hai moita pedra, pero pechaban pronto', afirmó, asegurando desconocer la incautación de los 29 cartuchos.

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