Argumentó a la Policía que las ramas iban a caer

Un vecino de Ervedelo fue pillado talando un árbol sin permiso al lado del Barbaña

Instante en el que se produce la tala del árbol, cerca de la calle Ervedelo de la ciudad. (Foto: Xesús Fariñas)
La Policía Local identificó a un hombre que a media mañana talaba las ramas de un árbol en Ponte Pedriña,a la altura del puente de Ervedelo. El individuo utilizó una motosierra eléctrica alertando a los vecinos.
‘La tala indiscriminada de árboles parece ser la última moda en actos vandálicos en la ciudad pasando los destrozos en papeleras a un segundo plano’, según el concejal de Medio Ambiente Demetrio Espinosa. Estas eran sus palabras después de conocer la noticia de que un vecino del entorno de Ponte Pedriña, junto al paseo del Barbaña cercano al puente de Ervedelo, sobre las 12.30 horas de la mañana talaba las ramas de un árbol sin razón aparente. Utilizando cable alargador, escalera y motosierra eléctrica y auxiliado por un joven con tijera de podar y ataviado con una bolsa verde de basura vestida a modo de chaleco, el hombre cortó varias ramas de uno de los árboles del paseo ante el estupor de algunos vecinos y peatones que circulaban por el puente. Alertada la Policía Local se personó en el lugar identificando al autor de la tala, que ahora espera el correspondiente expediente. La explicación que aportó el individuo a los agentes fue que ‘las ramas iban a caerse’.

El Concello de Ourense interpondrá la correspondiente denuncia por intervención con motosierra sobre un árbol público, un ejemplar ripícola que podría rondar los 15 ó 20 años de antigüedad.

Los técnicos municipales se acercarán a la zona el lunes para valorar los daños causados. Según el concejal de Medio Ambiente, que a última hora de la tarde se acercó a la zona para ver los destrozos, ‘el hecho resultó muy escandaloso por el empleo de una motosierra a media mañana, pero el daño ocasionado fue algo menor de lo que el ruido presagiaba’. Recordó que ‘últimamente parece que el vandalismo en la ciudad se centra ahora en colgarse de las ramas de los árboles hasta destrozarlos, como ocurrió recientemente en la zona de Mariñamansa donde los técnicos municipales cifraron en diez mil euros la tala indiscriminada de algunos ejemplares que superaban la veintena de años. Parece una cifra desorbitada pero hay que cuantificar el daño medioambiental que se provoca y que resulta irrecuperable en otros muchos años’.

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