El veranillo de San Miguel está a la vuelta de la esquina. Pese a que este episodio de altas temperaturas suele ser característico de la última semana de septiembre, este año se pospuso hasta octubre.
Mañana jueves comenzarán a subir las máximas en toda la provincia y los termómetros podrían llegar a alcanzar los 30 grados. A diferencia de estos últimos días con precipitaciones intermitentes y tiempo húmedo, los días se tornarán cálidos y secos. Según, Susana Bayo, meteoróloga de Telemiño, esto ocurre por efecto del anticiclón de las Azores, del que la meteorología gallega siempre depende. “Su centro se va a posicionar en el norte de la península ibérica formando una dorsal anticiclónica. Esto provocará que empuje aire cálido del sur y es una situación que se prevé que dure más de una semana”, explica. Atrás quedaron las borrascas y el río atmosférico que estaba conectado con el huracán Sam, el cual ya está en territorio islandés.
La predicción apunta a que mañana la ciudad registrará 28 grados que se mantendrán hasta el día siguiente. Para el fin de semana las temperaturas oscilarán mínimamente a la baja. Las mínimas, sin embargo, apenas superarán los 10 grados. Además, los cielos permanecerán despejados y con total ausencia de precipitaciones.
Según Bayo, el “veranillo” perdurará más de una semana por el efecto del cambio climático: “Vemos que no trae situaciones más prolongadas, en este caso de anticiclón. La ondulación de corriente de chorro es cada vez más grande y eso hace que la dorsal anticiclónica vaya a permanecer más tiempo”, señala la meteoróloga de Telemiño.
Un mes de septiembre muy cálido frente a un frío verano
Las agencias de meteorología hacen balance del verano y del mes de septiembre. Este último destacó por haber estado encima de la media en cuanto a altas temperaturas. La máxima se registró en Ribadavia con 36.9 grados y la mínima también sucedió en la provincia, con los 0 grados en Xinzo de Limia.
En lo que se refiere a las precipitaciones, septiembre fue un mes de grandes contrastes, con zonas en las que no se alcanzó el 80% de las precipitaciones normales para la época del año y otras en las que las cantidades acumuladas llegaron casi a duplicar los valores medios. En el este de la provincia de Ourense, “fue donde más llovió por encima de lo habitual”.
Por otra parte, los meses precedentes que conforman el verano climatológico presentaron temperaturas más bajas que en años precedentes. La temperatura más alta se alcanzó en Verín, con 39,1 grados, según la Agencia Estatal de Meteorología.
