Depositó en el juzgado dinero para resarcir a cuatro de las víctimas identificadas, una de ellas menor.
Alberto F.A.se mostró arrepentido de haber grabado con el telefóno móvil, sin su consentimiento, a varios usuarios de la piscina climatizada de Verín, algunos de ellos menores de edad, cuando estaban desnudos en los vestuarios. Según dijo ayer en el juicio, es consciente de que hizo daño y se mostró "abierto a pedirles perdón", aunque hasta ahora, tal como precisó la madre de un niño al que tomó imágenes, no lo hiciera.
Por contra, lo que sí materializó hace dos días fue un cantidad de dinero -no cuantificada en la vista oral- para resarcir a las víctimas por los daños morales causados (la fiscal reclama 600 euros a cada una de las cuatro víctimas identificadas durante la instrucción).
El inculpado, acusado de un delito continuado contra la intimidad y otro de posesión de material pornográfico, aseguró en la vista en el Juzgado de lo Penal 1 que nunca fue consciente de que los protagonistas de las imágenes que tomó en la piscina verinense fueran menores de edad. Tal como explicó, las escenas eran para su uso personal y no creyó en que se trataba de algo ilícito al tratarse de una instalación abierta al público.
Uno de los testigos, el hombre que se percató de que estaba utilizando un móvil el 23 de marzo de 2012 para grabar a un niño de 13 años que estaba cambiándose en el vestuario, aseguró en la vista que el inculpado le reconoció que las imágenes eran para su satisfacción sexual y que era la única vez que había grabado a un menor.
Los testigos aseguraron que el acusado, en un primer momento, intentó engañarlos mostrándole otro vídeo con imágenes de personas haciendo aeróbic en un gimnasio hasta que un agente de la Guardia Civil que estaba en el recinto con su hijo se lo fiscalizó y comprobó la última grabación.
En la declaración de Alberto F.A. a lo largo de la instrucción, reconoció que en al menos 20 ocasiones, durante seis meses, tomó imágenes de desnudos en los vestuarios de la piscina a adultos. Asimismo, confesó a la Guardia Civil que poseía para su propio consumo en su ordenador portátil diversos archivos informáticos de carácter pornográfico en el que aparecían menores de edad.
En el juicio de ayer, cuatro varones, incluido el menor, se identificaron como las personas que salían desnudas en algunas de las grabaciones incautadas.
