Los fans de Paul, John, George y Ringo recordarán con cariño el tercer día de la ICC Week, la semana ourensana de las industrias culturales. Ayer el protagonista indiscutible fue el cuarteto de Liverpool, un eterno fenómeno musical y social alrededor del que giraron los eventos acogidos en el Centro Cultural Marcos Valcárcel.
La primera cita fue un encuentro entre cine y espectáculo de rock clásico: a las 18,30 se proyectó el documental ‘The Beatles at Shea Stadium’. El metraje, producido y dirigido por Bob Precht, recoge la actuación de la banda en el estadio neoyorquino el 15 de agosto de 1965, solo pocos días después de publicar ‘Help!’, su quinto álbum.
La cinta, de 1966, refleja el punto álgido de la primera etapa del grupo durante su segunda gira por los Estados Unidos, dos años después de su debut. El conjunto logró reunir a 55.000 personas en las gradas del campo de béisbol, donde interpretaron temas propios como ‘I Feel Fine’ o ‘Can’t Buy Me Love’ y las novedades ‘Ticket to Ride’ y ‘Help’.
Cápsula del pasado
El viaje en el tiempo continuó en el Marcos Valcárcel con la inauguración de la exposición ‘Ao redor do universo Beatle’, una cápsula que reúne todo tipo de reliquias para los fetichistas del conjunto británico. Esta cápsula de Beatlemanía contiene desde prendas personales hasta publicaciones sobre los ingleses, pasando por una cafetera de John Lennon que conservó su asistenta, la pontevedresa Rosaura López.
Por si los objetos de museo no fuesen suficientes, la muestra también contiene pequeños momentos y espacios con los que vivir la historia de los Beatles a base de fotos de grupo y selfis: una reproducción de la cubierta de ‘Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band’, un encuentro con el gurú Maharishi Mahesh Yogi, el icónico paso de cebra de Abbey Road, la encamada por la paz de Lennon y Yoko Ono.
Con esta muestra de merchandising y recuerdos, el comisario de esta exhibición, Chema Ríos, espera despertar en las nuevas generaciones la pasión por los Beatles. El coruñés advierte un “desconocimiento” de sus ídolos en la actualidad: “Si le preguntas a un niño de 14 años por Paul McCartney, no sabe quién es”. Considera que la enorme oferta musical moderna relega a la categoría de “anécdota” o “un clásico que se menciona de vez en cuando”. Eso sí, concede que “es normal que ya no estén en primera línea; hay que dejarles paso a los demás”.
Aficionado a la música desde su infancia, Chema Ríos contribuyó con algunas piezas a la exhibición. Ríos explica que, para acercarse a sus músicos favoritos, comenzó a reunir pertenencias y piezas relacionadas con ellos. Su amistad con Rosaura y con Julia Baird, hermana de Lennon, le permitió obtener, a modo de agradecimiento, algunos enseres y piezas de ropa. Confiesa que le “da rabia” no poder estar más cerca de sus reliquias: “Las cosas más valiosas las guardo en un banco”.
Estrellas fugaces
Siguiendo con el hilo musical, la tarde continuó a las 20 horas con la mesa redonda en la que participaron el artista Nicolás Pastoriza, el periodista Julio Ruíz y el propio Ríos, en calidad de expertos sobre la vida y obra de las superestrellas de los 60. El foro giró en torno a la enorme huella de los Beatles, con solo siete años de trayectoria. Según Ríos, la carrera del grupo es irrepetible por ser “tan concentrada y de tal calidad” en un tiempo tan breve.
Antes del encuentro, Ríos describió “la evolución increíble” de la discografía de los ingleses, con todo el mérito que merece para su época: “En aquellos momentos las mesas de grabación solo tenían 4 pistas, llegando a un máximo de 8 a partir de ‘Abbey Road’”. Ríos cree que los artistas supieron superar con creces las “dificultades técnicas”, convirtiéndose en un precedente de los actuales estilos “artificiosos” que “no trascienden” más allá de media década.
La verdad es que la influencia de Lennon, McCartney, Harrison y Starr es indiscutible: casi 60 años después de su primer LP, aún se pueden reconocer los acordes y las transgresiones que popularizaron a lo largo de su historia. Muchos intentaron repetir su éxito, pero perdieron fuelle o acabaron por desaparecer antes de poder llegar al nivel de los Beatles.
Fabulosas versiones
Este legado del rock clásico lo recogieron en su concierto de las 21 horas Los Fabulosos Weekend, quinteto que rescata versiones en castellano de clásicos como ‘Gloria’, de Van Morrison, o ‘Summer in the City’, de The Lovin’ Spoonful. Como un espíritu omnipresente, el polifacético Chema Ríos reaparece entre sus miembros, guitarra en ristre, para acercarse aún más a los dioses del rock’n’roll. Por supuesto, estos Fabulosos, con el ourensano de Rairo y vigués de adopción Manuel Manquiña a las voces, interpretaron algunos temas del conjunto que ocupó todos los eventos de la jornada.
Ayer quedó patente que Paul, John, George y Ringo siguen presentes en un mundo que todavía no ha superado la onda de choque que provocaron las melodías de unos muchachos británicos de orígenes humildes. Ni la industria ni el espectáculo de la música serían los que son sin estos británico, miembros del Panteón del Rock.
