Para llevar comida a una de las colonias de gatos rueiros a su cargo, Txapi Ramírez ha de atravesar un parquin privado y trepar a un tejado. "¡Suerte que la propietaria me deja!", exclama esta voluntaria de la Patrulla Callejera. La entidad cuida de una sesentena de colonias en la ciudad, y su trabajo se suma al de la protectora de animales, Progape, que tiene delegada la competencia municipal en este ámbito y atiende, por su parte, 68 puntos con gatos callejeros.
En la víspera del Día Mundial del Gato, ambas organizaciones reclaman colaboración a la ciudadanía. "Siempre hay conflictos con las alimentadoras", apunta Area Cid, presidenta de Progape, y Ramírez destaca que, aunque la mayoría de los vecinos están concienciados, "los malos hacen más ruido". "Aún hay quien destruye las casetas, pone veneno o insulta a las voluntarias que van a dar pienso a los gatos", insiste.
En diciembre, la patrulla sufrió la pérdida de una de sus compañeras, Marian Blanco, mientras alimentaba a una colonia de gatos en el Barbaña. "No he visto una mayor sensibilidad hacia nuestro trabajo desde el suceso, no", lamenta Ramírez, quien demanda "empatía" al Concello y critica a quienes abandonan camadas en contenedores: "En esta labor cada día ves alguna miseria".
Más demanda que gatos
Según el Rexistro Galego de Identificación de Animais de Compañía, en la provincia hay 2.200 gatos registrados, frente a los 81.850 perros contabilizados, aunque en el caso de los felinos el chip no es obligatorio. Más allá de las cifras, Cid destaca que "ahora mismo hay más demanda de las familias que gatos para adoptar".
En Progape cuentan a día de hoy con unos 50 gatos. "Cuando viene alguien buscando un gato -añade Cid-, valoramos si quiere un gato-perro o uno de verdad, que igual no te hace caso... ¡y si quiere te puede soltar un zarpazo!". A la hora de valorar a quien viene buscando mascota, se le entrevista sobre su casa, sobre si tiene hijos, si ha tenido gatos antes. ¿El objetivo? Encontrar la mejor casa posible para el animal y limitar las devoluciones: "Hay quien adopta un gato arisco, pero por más que lo intenta no encuentra solución... antes de que se lo regalen a alguien que vete a saber quién es, prefiero que lo traigan aquí", asegura Cid.
