La estabilización aún endeble y la presencia de biogás, peligrosa para su disfrute pero insuficiente para autoabastecerse de energía, no podrán convertirlo en parque hasta al menos en cinco años
Otros cinco años más y el antiguo vertedero municipal de Eiroás podrá ser un gran parque y tener los usos que el gobierno municipal de entonces decida para este espacio, ubicado en las inmediaciones de los pueblos de Eiroás y Vilar de Astrés y de unos 85.000 metros cuadrados de superficie.
Este año se cumplirán 15 desde que se cerró el viejo basurero y el Concello de Ourense pasó a integrarse en el nuevo sistema de Sogama; entonces, comenzó el sellado y el proceso de estabilización del suelo de aquel recinto, plagado de desperdicios. El asentamiento de la basura y su reconversión en zona verde por un lado, y la emisión de biogás (procedente de la descomposición de los desperdicios) y su aprovechamiento económico por otro, eran los objetivos a priorizar para que el viejo vertedero pasase a ser un jardín. Incluso se anunciaron dos proyectos para su reconversión, que no se han ejecutado.
Aún ahora, 15 años después, los técnicos sostienen que el suelo no está consolidado, de ahí que, por ejemplo, no se haya dado permiso para diversas actividades que se pidieron al Concello el año pasado.
Ismael Méndez, técnico de Medio Ambiente del Concello, ha precisado que el viejo vertedero, que tiene caminos porque hay que mantener unos derechos de paso muy antiguos, está cercado, y el Concello lo desbroza y lo mantiene saneado en superficie. Además, debe medir los índices de biogás e informar puntualmente a la Xunta, que será la que decida cuándo se producirá el sellado y la estabilización definitivas. Quizás, apunta, dentro de cinco años, pues suelen ser en torno a 20 los que tarda en sellarse y en desaparecer los efectos de los residuos -y en Eiroás eran muchos- en los vertederos con capacidad del cerrado en Ourense.
La vieja instalación aún conserva espacios, ruinosos eso sí, donde se distribuía la basura, y una estructura donde se pensaba aprovechar el biogás que se genera para la producción de energía eléctrica que autoabasteciese el recinto; pero la producción de ese combustible es ya insuficiente y el espacio está cerrado.
El futuro
Cuando el vertedero comenzó su proceso de sellado, en 2001, el entonces alcalde de la ciudad, Manuel Cabezas, anunció un ambicioso proyecto de recuperación. Era el mayor vertedero de Galicia entonces y estaba destinado a ser un gran parque, un proyecto que aún deberá esperar. Posteriormente, en 2010, el gobierno socialista de Francisco Rodríguez presentó la instalación de la planta de biogás, que tendría que generar unos 65 kilovatios a la hora y podría reducir la emisión de compuestos contaminantes, algo que no ha dado al final un resultado satisfactorio.
Ahora, el concejal de Medio Ambiente, José Araujo, ha señalado que no hay un plan inmediato para desarrollar en este entorno; todo dependerá de cuándo se considere definitivamente estabilizado, momento en el que se abordará un proyecto de futuro por el gobierno municipal de ese momento, y teniendo en cuenta, claro, las disponibilidades económicas en se momento.
