La intensidad circulatoria bajó de una media de 5.000 vehículos al día a los 3.500 registrados ayer en los 12 pasos fronterizos
Los controles de vigilancia que estableció ayer el Gobierno portugués en los 12 pasos fronterizos que hay a lo largo de los 300 kilómetros de frontera con Ourense redujeron el número de conductores. Una media de 5.000 vehículos circula a diario hacia Portugal, según los datos que maneja la GNR, que ayer rebajaba esta cifra hasta los 3.500 automóviles.
Conductores particulares, transportistas y vendedores ambulantes no cruzarán la franja fronteriza para realizar compras o instalar puestos (ayer se organizó mercado en Chaves) ante el temor de ser sancionados por cualquier irregularidad. "Hai moita xente que no se atreve a pasar por medo. Un exemplo pode ser os vendedores marroquíes que temen que lles incauten a mercancía", apuntó el presidente de los comerciantes de Feces de Abaixo (Verín), Antonio Do Santos.
El presidente de la Cámara Municipal de Montalegre, fronteriza con Baltar, Orlando Alves, aseguraba que los controles no están influyendo en el movimiento de la economía local. "Hay tantos ourensanos en Montalegre como cualquier otro día. Claro que la gente que tiene problemas con la documentación personal, no se atreve a cruzar a Portugal, o viceversa", explicó.
"Hay retenciones puntuales de dos o tres kilómetros solventadas por autoridades portuguesas que son comunicadas por España"
Los controles comenzaron a las 00,00 horas de ayer y se prolongarán hasta las 24,00 horas del próximo día 13. Agentes del Servicio portugués de Extranjeros y Fronteras (SEF) instalaron un control fijo en el enlace de la autovía lusa A-24 (enlaza con la española A-75 en Feces) con Vila Verde da Raia. Los agentes cortaron los dos carriles en sentido centro del país obligando a los conductores a pasar por el control, en el que se le verificaba su identidad, documentos del vehículo y se registraba el maletero. Entre las 00,00 y las 10,00 horas de ayer pasaron por este control 320 conductores, de los que a uno le fue denegada la entrada en Portugal, según explicó la responsable del cuerpo en el norte del país, Cristina Gatôes, puntualizando que el afectado "no es de nacionalidad europea. Salvo el caso de este automovilista, los controles están discurriendo sin ninguna incidencia", aseguró.
En paralelo a las autovías A-75 y A-24 discurre la carretera N-532 (Verín-Chaves), en la que los agentes del SEF controlaban el tránsito de forma aleatoria, no parando a todos los conductores. A lo largo de la jornada, se registraron retenciones puntuales, originadas en sus mayor parte por camiones de gran tonelaje.
La vigilancia en los restantes 10 pasos fronterizos, habilitados en A Mezquita, A Gudiña, Vilardevós, Oímbra, Cualedro, Baltar, Calvos de Randín, Lobios, Entrimo y Padrenda, corrió a cargo de agentes de la GNR, que solamente permitían el paso a vecinos de los municipios afectados. Los conductores restantes eran obligados a dar la vuelta y entrar en Portugal por Feces de Abaixo para que los agentes del Servicio de Extranjeros y Fronteras verificaran su 
identidad.
Colaboración de la Guardia Civil y de la Policía Nacional
Los controles serán más rígidos a medida que se acerque el sábado día 13, cuando viajará el papa Francisco a Fátima para celebrar el centenario de las apariciones de la Virgen a los tres pastores Jacinta, Lucía y Francisco.
En la vigilancia establecida ayer colaboraron varias patrullas de la Guardia Civil de Tráfico, que estaban en permanente contacto con la GNR y los agentes de Extranjeros y Fronteras (SEF).
Al control entre Feces de Abaixo y Vila Verde da Raia fue agregado un policía nacional, encargado de identificar a españoles ante cualquier problema.
En el paso de Tui-Valença do Miño, se registraron retenciones kilométricas de vehículos durante buena parte de la jornada. El delegado del Gobierno en Galicia, Santiago Villanueva, reconoció las restricciones de vehículos en este paso, aunque puntualizaba que eran "breves", remachando la importancia de la seguridad: "No podemos olvidar la situación que se vive a nivel mundial, con numerosos atentados".
Mientras, el Gobierno luso recordaba que la vigilancia no afecta al tráfico hacia España.
