Las viviendas turísticas copan una de cada cinco plazas de alojamiento

Ourense arranca la temporada con la oferta de plazas turísticas más amplia de su historia, aunque con un perfil renovado que año tras año va dando nuevos pasos. La vivienda de uso turístico (VUT), pisos que se anuncian principalmente en plataformas como AirBnb y que tienen un uso compatible entre vivienda habitual y régimen de alquiler, acaparan ya una de cada cinco plazas de las que se ofrecen en la provincia de Ourense. Desde que se legalizaran en 2017, debido a su auge, no ha parado de incrementarse el número. Hoy el 19,2% de las plazas para turistas corresponden a esta modalidad. En 2018, suponían solo el 5,5% de las plazas disponibles, en 2019 eran el 9,9% y en 2020 ascendían ya al 15,5%. Pero, tras el parón de la pandemia, en que algunos propietarios aprovecharon para poner las viviendas en alquiler normal, ahora vuelven a retomar poco a poco la normalidad. De hecho, algunos inquilinos de pisos turísticos por largas estancias en el Casco Vello ya empiezan a ser requeridos a que los abandonen, para poner a disposición de los turistas los emplazamientos. En dos años, se han duplicado las VUT en la provincia, que ahora llegan ya a 62 de los 92 concellos. En 2019 había 210, ahora ya son 459 las registradas. En cuanto a plazas, de las 601 de 2018 o las 1.166 de 2019 se ha pasado ahora a 2.525. OPINAN LOS EXPERTOS Rosa Dorado, guía turística, dice que “los apartamentos turísticos son una opción más de verano, es muy cómodo y sobre todo para familias. Nos encontramos con viajeros que eligen hoteles cuando es una escapada corta, pero cuando están más tiempo y, sobre todo en época estival, eligen piso turístico”. Pepe Mosquera, delegado de los guías turísticos en la provincia, destaca que “no seu momento os pisos estaban moi demandados porque lle dan moitas facilidades e comodidade ás familias, pero a raíz da pandemia tirou moito o turismo rural”. CONJUNTO DE LA OFERTA En el conjunto de la oferta de alojamiento, Ourense arrancará el verano con 13.200 plazas disponibles, la más alta de la última década. El auge de la vivienda turística va en detrimento, principalmente, de las pensiones y el turismo rural, que ve cómo reduce el número de plazas. No así en los hoteles, donde la oferta va en aumento. Los 88 establecimientos hoteleros ofrecerán este verano 4.544 plazas, 34 más que en 2020 y 62 más que en 2019. Los que sí ven mermada la oferta son las casas de turismo rural, con más establecimientos que los últimos años (81)pero menos plazas (1.017). Caen también de forma progresiva las pensiones, que de las 2.285 plazas ofertadas en 2019 han reducido la oferta a 2.171 en este arranque de la época estival. Se mantienen los albergues, con 1.045 plazas y 31 establecimientos abiertos y los 6 cámpings disponibles, que suman 1.088 plazas, invariable en el último lustro. Rentabilizar propiedades en desuso, entre las causas El director del máster en Dirección y Planificación del Turismo del Campus y profesor en la faculta de Turismo, José Antonio Fraiz Brea, cree que las viviendas de uso turístico en la provincia (VUT), son, después de los hoteles, el tipo de alojamiento “con mayor peso en el total de plazas”. Tiene claro que es un mercado “en crecimiento, facilitado por plataformas digitales como Airbnb, el déficit de plazas hoteleras en la provincia y la necesidad, en algunos casos, de rentabilizar propiedades o realizar inversiones inmobilizarios que produzcan cierta rentabilidad frente a los productos bancarios”. Estos alojamientos tienen, según Fraiz, “cierta similitud” con los apartamentos turísticos y, con ellos, son “los que han resistido mejor en el verano pasado” los efectos de la pandemia, “con disminuciones de demanda muy baja respecto a 2019, por lo que previsiblemente este verano tendrán un incremento significativo de su demanda”