En la calle Celso Emilio Ferreiro llovió sobre mojado y todo empeoró. La tormenta que descargó ayer por la tarde sobre esta céntrica calle complicó la situación que comenzó el domingo, cuando la rotura de una tubería y el desbordamiento de varias alcantarillas provocó que se levantase la acera y el asfalto. Desde el número 1 al 19, la vía quedó completamente intransitable, por lo que fue cortada hasta nuevo aviso.
El mayor problema llegó con la descarga de ayer, que pilló a tres grandes máquinas tratando de reparar los primeros desperfectos, empeorándolo todo, con las excavadoras aún en las puertas de los negocios.
Sin embargo, el cauce de agua que corría calle abajo, no solo impidió continuar trabajando, sino que se llevó por delante varios conos y vallas de separación. Además, los socavones se convirtieron en barrizales.
La situación para los vecinos también fue a peor. Los negocios y portales que ayer se vieron inundados, hoy volvieron a sufrir las consecuencias. Los negocios, como la escape room del número 9, tuvieron que aplazar nuevamente sus citas perdiendo clientes un día más.
Por otra parte, los residentes del número 11 de la calle sufrieron nuevos problemas en sus garajes. El agua continuó entrando y cubrió las ruedas de los vehículos. Los vecinos señalaron que “esta situación se repite de forma constante, solo que nunca había sido de forma tan grave”. Ahora, el acceso por la vía y por la acera estará clausurado indefinidamente.
