La Xunta anunció ayer que arreglará la carretera de A Granxa (OU-101) y que iniciará en 2023 las obras de acondicionamiento para mejorar la visibilidad, iluminación y señalización de los pasos de peatones. Un anuncio que se produce después de que vecinos y víctimas de atropellos en la zona protestaran el pasado jueves y reclamaran un semáforo en el cruce ubicado en el número 97. También los socialistas denunciaron ayer la “flagrante pasividade” de la Xunta ante la histórica inseguridad de esta vía y exigieron medidas urgentes contra los atropellos.
Fuentes de la Consellería de Infraestructuras e Mobilidade aseguraron que actualmente ya están redactando el proyecto de actuación, que supondrá actuaciones en otros ámbitos. También afirmaron que la OU-101 no está catalogada como un tramo de concentración de accidentes, conforme a los criterios que usa la Axencia Galega de Infraestructuras con datos de la Dirección General de Tráfico (DGT). Además, lamentaron la falta de rigor de los socialistas y la “frivolización y uso partidista” de un asunto tan serio como la seguridad vial.
Por su parte, desde el PSOE criticaron que la consellería ignore el “clamor vecinal malia ter sobrada constancia da perigosidade existente nesta zona para os peóns”. Los socialistas remarcaron que “históricamente está demostrado que as limitacións de velocidade, as indicacións no chan e os elementos disuasorios nesta vía non abondan para evitar os accidentes e garantir a seguridade vial”.
"Basta de atropellos"
Una treintena de vecinos se concentraron el pasado jueves para protestar por la inseguridad de los peatones y reclamar la instalación de un semáforo en el cruce ubicado en el número 97 de la vía, donde en los últimos tres meses se produjeron tres atropellos graves. El objetivo es que el semáforo regule la velocidad de los vehículos.
