Sanidade está obligada al cumplimiento de los plazos, al contar con financiación de la UE
La primera fase de la ampliación del CHUO avanza según lo previsto. Esta ha sido la conclusión a la que llegó ayer la conselleira de Sanidade, Rocío Mosquera, tras comprobar las excavaciones que darán lugar a un nuevo centro sanitario y administrativo para el Complexo.
La etapa inicial, la del derrumbe del antiguo edificio administrativo, finalizará " la primera quincena de octubre", según la conselleira, para continuar con la cimentación de un nuevo edificio de hospitalización con capacidad para 900 camas: "Ourense necesita un novo edificio para mellorar o benestar dos pacientes". El proyecto está financiado "nunha parte moi importante" con fondos Feder europeos -de desarrollo regional- y hay una "garantía" de finalizar buena parte la estructura y las "plantas de innovación" del edificio a "finales de 2015". El plazo no lo marca la conselleira a modo de buena intención porque, en realidad, es imprescindible hacerlo en esa fecha, so pena de perder las ayudas esuropeas concedidas por la UE para innovación, al amparo del Innova Saúde y el Hospital 2050. De hecho, la Xunta ya ha tenido que pedir una prórroga para salvar la subvención, dada la demora que se produjo con la adjudicación de la gestión integral de espacios, proceso que fracaso en dos ocasiones hasta que lo asumió Ferrovial Servicios.
Mosquera señaló, respecto a un posible cierre de camas alertado por Compromiso por Galicia (CxG), que "iremos viendo las posibles alternativas". "Si consideramos necesarios los cambios en la hospitalización, entre la dirección del hospital y la del proyecto buscarán garantizar al cien por cien la asistencia sanitaria y la seguridad de pacientes y trabajadores", concluyó la responsable de la Xunta.
