Como ya sucedió tras las elecciones del 28-A, los partidos presumen de todo menos de agilidad con la cartelería de muchos candidatos, que continúan pidiendo el voto en mobiliario urbano, farolas o señales.
Pasan las elecciones pero muchos de los candidatos siguen pidiendo el voto. Al menos a través de la cartelería instalada para la campaña, que pese a finalizar hace más de una semana, no ha empujado a las diferentes formaciones a dejar impoluto el mobiliario urbano que sirvió de soporte para vender los distintos proyectos políticos.
Así, tanto la ciudad como diferentes concellos de su entorno ven cómo en muchos de sus rincones sigue reinando la cartelería ilegal, ya que la normativa deja muy claro los términos sobre la colocación de propaganda para pedir el voto en su artículo 53. "No puede difundirse propaganda electoral ni realizarse acto alguno de campaña electoral una vez que ésta haya legalmente terminado", dice textualmente.
En un recorrido partiendo del casco urbano de la ciudad tomando la avenida Otero Pedrayo en dirección a la Ribeira Sacra, las vallas publicitarias, las señales o las paredes permiten ver al presidente del PP pidiendo el voto para la Diputación, a la candidatura de Ourense Mellor reclamando apoyo para su líder, Etelvino Blanco, bien en formato cartel o incluso con alguna pintada, y también alguna imagen para promocionar a Unidas Podemos.
Área metropolitana
Siguiendo el recorrido, Pereiro de Aguiar, quizá el municipio más anárquico de la zona, donde la propaganda de todos los partidos prolifera sin que nadie le ponga remedio a excepción del PP, que parece haberse puesto al tajo para retirar a Luis Menor de las calles.
No ocurre lo mismo, sin embargo, con el candidato socialista en el ayuntamiento, Jorge Gutiérrez, al que se ve en un poste eléctrico. No funcionan en la misma clave que el PSOE de la ciudad, donde sí se ha hecho el trabajo y la publicidad de Rafael Rodríguez Villarino ya ha desaparecido de las calles y del mobiliario.
Pero no solo el PSOE de Pereiro incumple la ley. También se puede ver a Son do Pereiro y, especialmente, a los candidatos de Ciudadanos y Compromiso por Galicia, que no han hecho su trabajo para dejar impoluto el municipio.
El problema no acaba, con todo en Pereiro. Siguiendo por la carretera OU-536 se llega a la Ribeira Sacra y el aspecto de un territorio que pelea por ser Patrimonio de la Humanidad dista de ser el ideal, al brotar como flores carteles electorales, en este caso especialmente del PP, formación que también predomina en otro municipio del entorno de la ciudad como Paderne de Allariz, tanto en lo que respecta a las siglas como a las caras de los candidatos, sumándose también a las malas prácticas el BNG, que tampoco hizo los deberes.
No hubo cambios, sin embargo, a la hora de actuar en los mupis de la ciudad, donde los carteles sí fueron retirandos cumpliendo lo que dice la ley. Y es que ahí es cuando tocan al bolsillo.
