El crecimiento óseo está regulado por componentes genéticos y ambientales. En este contexto, el equilibrio nutricional como factor ambiental modificable, debe optimizarse antes de la pubertad y mantenerse durante la adolescencia para potenciar el crecimiento y el pico de masa ósea. La ingesta adecuada de macronutrientes, minerales y vitaminas es de gran importancia para lograr una estructura y calidad óseas óptimas.
El patrón dietético en las últimas décadas ha estado dominado por productos altamente procesados y listos para consumir. La ingesta de comida rápida en los niños ha aumentado significativamente, reflejando una dieta pobre en nutrientes con alto contenido de grasas y azúcares refinados.
Son bien conocidas las consecuencias derivadas de este tipo de nutrición como la obesidad, la diabetes y el síndrome metabólico. Este trabajo evalúa el efecto de este tipo de dieta sobre la calidad ósea.
Se realizó un modelo experimental en animales para medir el efecto de una dieta ultraprocesada y desequilibrada durante el crecimiento posnatal (desde el destete hasta la pubertad) sobre el desarrollo y la calidad del esqueleto.
Los resultados obtenidos a partir de las mediciones óseas de seguimiento demostraron por una parte, que el consumo de esta dieta frena el crecimiento, independiente de la deficiencia calórica y por otra, que en conjunto, se evidencia un deterioro de las características estructurales y mecánicas de los huesos, una placa de crecimiento dañada y un proceso de diferenciación celular alterado.
El ensayo señala que incluso un consumo parcial de una dieta de comida rápida conduce a una mala calidad esquelética.
Se demuestra en este trabajo un nuevo objetivo para el efecto nocivo de la dieta ultraproceasada y lo sugiere como un factor de riesgo directo para la salud ósea.
REF: Zaretsky, J., Griess-Fishheimer, S., Carmi, A. et al. Los alimentos ultraprocesados se enfocan en la calidad de los huesos a través de la osificación endocondral. Bone Res 9,14 (2021).
