Los consumidores que superan una ración diaria de bebidas azucaradas doblan el riesgo de Diabetes Mellitus Tipo 2 en comparación con las personas que consumen menos. Esta evidencia ha respaldado la actualización de las pautas nutricionales sobre la ingesta de azúcar por parte de la OMS para recomendar la ingesta diaria de azúcares libres por debajo del 10% de la energía dietética total.
Las bebidas azucaradas son los principales contribuyentes de azúcares añadidos en la dieta de jóvenes y adultos de muchos países. Esta revisión sistemática realizada por un grupo de investigadores de la Universidad de Leeds (Reino Unido) buscó evaluar los efectos de las intervenciones que se habían realizado en la población para reducir las bebidas azucaradas o aumentar la ingesta de agua y para examinar el impacto de las técnicas de cambio de comportamiento en los patrones de consumo.
Incluyeron en su estudio, los ensayos publicados entre los años 1990 y 2016 que informaban sobre los cambios en volumen de la ingesta diaria de agua o refrescos azucarados.
Tras el tratamiento estadístico de los datos, obtenidos de 40 ensayos con más de 16 mil participantes, esta revisión mostró una disminución de la ingesta de bebidas azucaradas en niños y adolescentes, pero no en adultos.
En cuanto al consumo de agua, los autores destacaron que las valoraciones de esta bebida solo fueron posibles para las mediaciones en el grupo de los niños y niñas, y que sus resultados indicaron igualmente, un aumento de la cantidad de agua bebida.
Para el grupo de población escolar encontraron evidencia de que las acciones de promoción sobre hábitos de consumo de alimentos y bebidas saludables, habían ayudado a reducir la ingesta de bebidas azucaradas y que además, las intervenciones dentro del entorno del hogar habían obtenido mayores efectos que las realizadas en la escuela.
Como conclusión, la revisión indica que las actuaciones de salud pública, principalmente a través de la educación y del consejo dietético, tienen un éxito moderado en la reducción de la ingesta de bebidas azucaradas y el aumento de la ingesta de agua en los niños. Sin embargo, en promedio, solo se han logrado pequeñas reducciones del volumen de bebidas azucaradas mediante intervenciones dirigidas a adolescentes y adultos. Declaran asimismo, que se necesitan medidas específicas que complementen aún más la educación nutricional para mejorar los resultados en ambos comportamientos dietéticos y en todos los grupos de edad.
Ref: Vargas García y col. Intervenciones para reducir el consumo de bebidas azucaradas o aumentar la ingesta de agua: evidencia de una revisión sistemática y metanálisis. Obesity Reviews. Volumen 18, nº 11. 2017. 1350-1363.
