El arbusto del té, se llama Camelia Sinensis (aunque hay un par de híbridos de la misma). Esta planta, que procede de China y del sudeste asiático, la podemos hacer crecer en nuestros jardines o balcones. Le gustan los suelos ácidos y la semi-sombra. También le gusta la humedad en sus raíces, aunque si nos pasamos y encharcamos la tierra, hay gran riesgo de podredumbre y por consiguiente la muerte de la planta. Tiene una gran resistencia a los cambios de temperatura, es de hoja perenne y puede crecer desde 1 metro hasta los 7-8. Se suele hacer una poda selectiva para limitar tu tamaño a los 1,50-2 metros, para hacer que su recolección sea más sencilla.
Existen en el mercado diferentes variedades de té (rojo, verde, blanco, negro…) y esto no quiere decir que sean de diferentes clases de arbusto. Todas vienen de la Camelia Sinensis.
Lo que diferencia a unos tés de otros, es el momento de la recolección y el proceso de oxidación. Cuando se recolectan las hojas, la oxidación se inicia de forma natural al contacto con el aire. Es en este momento cuando se decide oxidar más que de la forma natural en base al resultado final buscado.
Te blanco
Es el té que menos procesos tiene en su elaboración, pues prácticamente se deja secar al aire, manteniendo propiedades antioxidantes y sus aromas naturales.
Té verde
Para la elaboración de este té, se deja secar según su recolección, se pasa por el vaporizador y se hornean para que el calor neutralice las enzimas que pondrían en marcha la fermentación de la hoja.
Té negro
Para este resultado final, las hojas tienen que pasar por cuatro procesos. Marchitar, enrollar, oxidar y secar. El marchitado se realiza por secado según su recolección, el enrollado es un paso muy importante para su posterior infusionado, la oxidación se realiza en un ambiente húmedo para fermentar y para terminar se seca con diferentes procesos mecánicos o naturales.
Es uno de los tés más apreciados, más intensos en sabor y con más cantidad de teína, así que si se busca la estimulación en sustitución del café, este es uno de los indicados. Pero siempre con mesura, ya que té negro contiene una sal llamada Oxalato y que si se consume en exceso puede provocar daños en los riñones…
Sea Blanco, verde, negro… con leche, bebida vegetal, a la mañana, después de comer, lo buenos es que ahora sabes un poquito más de esta maravillosa planta... ¿Cuál es tu forma favorita de tomar té?
