¿Cuáles son los beneficios de incluir germinados en la alimentación semanal?

Germinado.
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Comer germinados es beneficioso para la salud debido a su alto valor nutricional

Hace poco, como un juego didáctico con el pequeño de la casa,  pusimos unas lentejas a germinar en un recipiente de yogur con un poco de papel de cocina húmedo. A las 24 horas, en las semillas ya habían comenzado a crecer la raíces primarias y a las 48, ya había comenzado a crecer la plántula. La cara de sorpresa del pequeño al ver la evolución de la semilla era una maravilla, y continuar con el proceso de trasladar los germinados a la tierra para que se siguieran desarrollando era parte del plan didáctico, pero no fue así, porque las comimos. Y es que las semillas son una auténtica fuente de salud. 

Para comenzar la explicación, las semillas son estructuras complejas que contienen un embrión de planta en desarrollo rodeado por una cubierta protectora y nutrientes almacenados. Cuando las condiciones son favorables, como la presencia de agua, luz y temperatura adecuada, la semilla comienza a germinar. 

El proceso de germinación comienza cuando la semilla absorbe agua y se hincha. A medida que se hidrata, la semilla activa enzimas y procesos metabólicos que desencadenan el crecimiento del embrión. El embrión desarrolla una raíz primaria que se extiende hacia abajo en busca de agua y nutrientes, mientras que una plántula comienza a emerger sobre el suelo. A medida que la plántula crece, las hojas jóvenes comienzan a captar la luz solar y realizar la fotosíntesis, un proceso crucial para la producción de energía y el crecimiento de la planta. 

Pero para poder beneficiarnos de las propiedades de los germinados, cuando comienza a crecer la plántula, debemos cosecharlas y degustarlas. Comer germinados es beneficioso para la salud debido a su alto valor nutricional y a las propiedades únicas que poseen durante su etapa de germinación. 

¿Por qué razones es bueno incluir germinados en nuestra alimentación?

    1. Nutrientes concentrados. Durante el proceso de germinación, las semillas liberan y sintetizan una variedad de nutrientes, como vitaminas, minerales, proteínas, enzimas y antioxidantes. Estos nutrientes están altamente concentrados en éstas pequeñas estructuras.

    2. Mayor digestibilidad: la germinación de las semillas aumenta la actividad enzimática y descompone los almidones y las proteínas en formas más simples y fácilmente digeribles. Esto se traduce en que los germinados son más absorbibles y accesibles para nuestro cuerpo. 

    3. Aumento de antioxidantes. Durante la germinación, las semillas experimentan un aumento en la actividad antioxidante. Éstos, ayudan a combatir el estrés oxidativo en el cuerpo, reducen la inflamación y protegen contra el daño celular. 

    4. Contenido en fibra. Los germinados suelen ser ricos en fibra, por lo que ayudan a mejorar la digestión, promueven la regularidad intestinal y contribuyen a mantener niveles saludables de colesterol. 

    5. Aporte de enzimas. Los germinados contienen enzimas vivas que pueden ayudar en la digestión de los alimentos y facilitar la absorción de nutrientes. Estas enzimas también pueden tener beneficios antiinflamatorios y contribuir a una función intestinal saludable. 

    6. Variedad de sabores y texturas. Pueden ser crujientes, tiernos, tener un sabor ligeramente picante o matices mucho más suaves que los de la planta adulta. Perfectos para ensaladas, sándwiches, salteados u otro tipo de recetas.

¡Podemos hacer nuestros germinados en casa! si elegimos un recipiente como una bandeja (limpia e higienizada), ponemos un fino papel de cocina ligeramente húmedo, esparcimos las semillas (no tratadas con productos químicos), tapamos con un film y la ponemos en un lugar cálido, luminoso y sin luz solar directa, en varios días (dependiendo de la semilla), podemos comenzar a cosechar nuestros nuevos aliados saludables. Cada semilla es diferente y pueden requerir condiciones específicas para una germinación exitosa, como temperaturas específicas o periodos de remojo previos. Debemos tener cuidado porque para su germinación se necesita un ambiente húmedo y con una temperatura suave, con lo que el crecimiento bacteriano está muy contento. Tenemos que enjuagar bien nuestros germinados antes de su consumo, sean de nuestra cosecha o de proveedores externos. 

Cultivar nuestros propios germinados además de ser una diversión, será un motivo más para conseguir una alimentación más saludable y variada.

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