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Cuidado con el verde de las patatas

Conocer a fondo las propiedades y características de los productos que consumimos es... ¡importantísimo!

No os habéis fijado en las patatas que a veces tienen un verde en la piel? Pues no denota maduración o la falta de ella, como mucha gente piensa. La madre naturaleza nos está avisando de que hay veneno. Las patatas, al igual que los tomates o las berenjenas, pertenecen a la familia de las solanáceas, y por tanto, contienen solanina, un miembro de sabor amargo de la familia de los alcaloides, que son unas sustancias químicas muy tóxicas en las que están incluidas la morfina, la cocaína o la nicotina. La mayor parte de solanina se concentra en las hojas y en los tallos, pero si una patata queda descubierta o si queda expuesta a la luz después de haberlas recogido, piensa que es hora de continuar su crecimiento y comienza a generar clorofila y solanina en el mismo sitio (brotes de crecimiento…).

Realmente no pasa nada si ingerimos poca cantidad de solanina, porque tendríamos que comer mucha cantidad de “zonas” verdes para llegar a intoxicarnos (provocándonos nauseas, cólicos, vómitos, diarrea o estreñimiento…), pero para ser precavidos al respecto, debemos prestar atención a ciertos aspectos cuando vayamos a trabajar con patatas.

  • Almacenar las patatas en un lugar fresco, seco y oscuro. La luz y las patatas para consumo, no son buenos amigos.
  • Si cuando vamos a comprar las patatas observamos manchas verdes o brotes germinando, por defecto las descartaremos, pues como hemos dicho, es donde más solanina se acumula (en las partes que solemos llevar a casa).
  • Descartar cualquier parte de la patata con verdor o brotes, y también con cortes o magulladuras.
  • Evitar comer patatas en las que notemos un sabor amargo.
  • Pelar las patatas para cocerlas, sobre todo si son patatas mal conservadas. 

Con la fritura podemos llegar a desactivar la toxina, pero con el consiguiente riesgo de exponer al aceite a una temperatura demasiado alta (creando radicales libres y otras toxinas…) y también de crear Acrilamida, una sustancia química que se genera en los productos alimenticios que tienen almidón durante procesos de cocinado a altas temperaturas.

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