NUTRICIÓN

Dieta mediterránea en tiempos de Covid-19 y de Nutri-Score

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En tiempos de Covid-19, el Día Nacional de la Nutrición no puede pasar desapercibido.

Mantener hábitos alimentarios saludables es una prioridad en el contexto actual de la pandemia. Para ello, desde la Federación Española de Sociedades de Nutrición, Alimentación y Dietética (FESNAD), ponen en valor el lema “dieta mediterránea en tiempos de pandemia, ahora más que nunca”. El objetivo es promover la alimentación saludable y, sobre todo, los beneficios de la dieta mediterránea. Una necesidad más que urgente, considerando que las estadísticas sobre el consumo durante la pandemia arrojan resultados preocupantes.

Según una encuesta de la consultora Kantar, los españoles se están relajando a la hora de cuidar su alimentación. De hecho, durante el último año, un 56,1% de ellos se ha preocupado por la composición nutricional de los alimentos, lo que representa una baja del 2,3% en comparación con 2019. De aquí la importancia de recordar los beneficios de seguir una dieta equilibrada, como la mediterránea, e informarse sobre los alimentos que se consumen.

La dieta mediterránea ha celebrado una década desde que fue reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco. Esta dieta, típica de las comunidades de la cuenca del Mediterráneo, como España, Italia y Grecia, comprende un conjunto de conocimientos, competencias, tradiciones y hábitos gastronómicos que forman parte de la identidad cultural de las poblaciones que la adoptan. Como muchos saben, la dieta mediterránea se basa en el consumo equilibrado y moderado de alimentos como frutas, verduras, cereales y semillas, siendo el aceite de oliva el gran protagonista.

En los últimos años, numerosos estudios han dado cuenta de los beneficios para la salud de la dieta mediterránea. Entre los beneficios probados de esta dieta para la salud se encuentra su capacidad de reducir el riesgo de diabetes, colesterol alto, enfermedades cardíacas, derrames cerebrales, entre otros. Ahora, un estudio reciente parte del Proyecto SUN (Seguimiento Universidad de Navarra), que ha sido publicado en la revista Clinical Nutrition, demuestra también que una mayor adherencia a la dieta mediterránea reduce el riesgo de contagio de Covid-19 hasta en un 64%. Un dato que da cuenta de cómo un patrón de alimentación saludable puede prevenir el contagio de la enfermedad.

Tal como señalan desde Fesnad, tener hábitos alimentarios saludables es fundamental para reforzar el sistema inmunológico. Por ello, desde la Federación señalan que, ahora más que nunca, se debe promover la dieta mediterránea y el consumo de sus productos estrella. Algo que tiene sentido en el contexto actual, en el que los españoles han visto sus hábitos alimentarios alterados por los confinamientos derivados por la pandemia. Es por eso que, resulta urgente insistir en los beneficios de la dieta mediterránea para la salud, en este momento en el que, la adopción en España del etiquetado frontal de alimentos Nutri-Score, pone en tela de juicio las propiedades de los alimentos estrella de la dieta mediterránea. 

Con el fin de revertir las tasas de sobrepeso y obesidad en la UE, la Comisión Europea trabaja en un proyecto para la adopción de un etiquetado nutricional en la parte delantera de los alimentos, armonizado a nivel comunitario. Como parte de la Estrategia “De la Granja a la Mesa”, el proyecto de etiquetado tiene como objetivo divulgar información clara para que los consumidores adopten dietas saludables y sostenibles, que tengan un impacto positivo en su salud. 

En este contexto, han surgido distintos tipos de etiquetado. Entre ellos, el sistema italiano NutrInform Battery que fue desarrollado, precisamente, en defensa de los productos de la dieta mediterránea. Sin embargo, a pesar de que Italia comparte la tradición mediterránea con España, las autoridades españolas han decidido decantarse por el etiquetado francés, el Nutri-Score.

El ministerio de Consumo español ha decidido aplicarlo de forma voluntaria en España, sin esperar hasta que la Comisión decida cuál será el etiquetado elegido a nivel europeo. Una decisión que le ha costado caro al ministro de Consumo, Alberto Garzón, que debe enfrentarse a críticas de diferentes sectores por los problemas que causa el etiquetado Nutri-Score. Principalmente, aquellos que tienen que ver con la calificación negativa de ciertos productos clave de la dieta mediterránea como el aceite de oliva. 

Como lo han explicado desde Fesnad, se ha detectado que “hay alimentos de gran valor nutricional en unos hábitos de vida saludable que pueden verse gravemente calificados con este logotipo y viceversa”. Lo que supone un gran problema para aquellos que intentan promover la dieta mediterránea y se encuentran con el obstáculo de tener que explicar por qué el NutriScore descalifica a sus productos estrella.
 

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