La dieta paleolítica es la interpretación moderna de la dieta que consumían los humanos durante el Paleolítico o la era de la “Edad de Piedra”. Este período (hace 2,5 millones de años) fue muy importante por los cambios anatómicos y fisiológicos en los humanos a medida que se adaptaban a las variaciones de clima y de forma de alimentarse, entre otras. En este periodo, se alcanza un mayor acceso a los alimentos con la aplicación de los utensilios y del fuego para la cocción de las carnes.
Los antropólogos sostienen que la dieta de nuestros antepasados influyó mucho en su expansión neuronal, aumentando el tamaño del cerebro y reduciendo el tamaño de su tracto digestivo.
La dieta paleolítica se ha podido rehacer en base a la evidencia recopilada de los restos arqueológicos y del estudio de las tribus modernas. El razonamiento de la dieta Paleo es que el cuerpo humano es genéticamente incompatible con la alimentación moderna que surgió a partir de la aparición de la agricultura, una idea que se conoce como “hipótesis de discordancia”
Los hallazgos permiten identificar a la dieta paleo como una alimentación basada en productos vegetales como tubérculos, semillas, nueces, cebada silvestre, legumbres y flores. Pero que también incluye animales magros de caza menor. Algunas estimaciones sitúan en un 3% la contribución de los alimentos de origen animal en la dieta en total. Los animales aún no habían sido domesticados, por lo que lo más probable es que no se incluyeran los productos lácteos. Asimismo, los productos marinos (mariscos y pequeños pescados) eran componentes frecuentes de la dieta en las zonas costeras. Completaban el abanico alimentario los insectos, que también se comían en variedad y subproductos (miel y panales, por ejemplo).
Estudios actuales respaldan el efecto positivo de la dieta paleo en personas con diabetes tipo 2. Esta dieta mejora el control del azúcar en sangre junto con un menor riesgo cardiovascular, en comparación con una dieta convencional para la diabetes. La dieta paleolítica también ha sido estudiada como complemento para el tratar la enfermedad inflamatoria intestinal. Otros beneficios descritos incluyen: control del peso, mejor control de la presión arterial, reducción de triglicéridos, mejor control del apetito.
MENÚ EJEMPLO
- Desayuno: Ensalada de frutas y nueces.
- Almuerzo: Lomo de cerdo magro asado y ensalada (lechuga romana, zanahoria, pepino, tomates, nueces y aderezo de jugo de limón).
- Cena: Salmón al horno con brócoli al vapor. Ensalada (hortalizas de hoja verde mezcladas, tomate, aguacate y cebollas, aderezado con zumo de limón y semillas de sésamo). Tazón de fresas.
- Merienda: Batido de naranja y plátano. Puñado de almendras.
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