SALUD

Dietas que ayudan con la fibromialgia

La dieta puede jugar un papel fundamental en la fibromialgia.
photo_camera La dieta puede jugar un papel fundamental en la fibromialgia.
Entre las estrategias no farmacológicas, la evidencia creciente sugiere un papel favorable de la nutrición en el tratamiento de esta enfermedad. 

El tratamiento de este síndrome combina estrategias farmacológicas y no farmacológicas, entre las cuales, se sugiere un papel beneficioso de la nutrición.

La fibromialgia (FM) es un síndrome multifactorial de causa desconocida, caracterizado por dolor crónico generalizado y diversas manifestaciones físicas y psicológicas que incluyen fatiga, rigidez articular, trastornos del sueño, depresión, ansiedad, así como trastornos cognitivos y gastrointestinales. 

El tratamiento de la FM necesita un enfoque amplio que combine tácticas farmacológicas y no farmacológicas. Entre las estrategias no farmacológicas, la evidencia creciente sugiere un papel favorable de la nutrición. 

En base a este planteamiento se llevó a cabo desde el Departamento de Medicina Clínica y Experimental de la Universidad de Florencia, una revisión sistemática de trabajos para evaluar la posible relación entre la FM y la nutrición, explorando la evidencia disponible sobre el efecto de los alimentos, la dieta, los suplementos dietéticos y ciertas intervenciones dietéticas en estas personas.

El análisis de los estudios demostró que el papel de los suplementos dietéticos sigue siendo controvertido, aunque los ensayos clínicos con suplementos de vitamina D, magnesio, hierro y probióticos muestran resultados prometedores. 

Con respecto a las intervenciones dietéticas, la administración de aceite de oliva, la dieta de sustitución con cereales autóctonos, las dietas hipocalóricas, la dieta baja en FODMAP, la dieta sin gluten, la dieta sin glutamato monosódico y sin aspartamo, las dietas vegetarianas y la dieta mediterránea parecen ser eficaces para reducir los síntomas de la FM. 

Estos resultados sugieren que se debe tener en cuenta la pérdida de peso, junto con el componente psicosomático de la enfermedad. 

La mayoría de los estudios incluidos en esta revisión, mostraron una mejora en el dolor crónico, la ansiedad, la depresión, la función cognitiva, el patrón de sueño y los síntomas gastrointestinales. Asimismo, la pérdida de peso se mostró relacionada con una reducción de la inflamación y una mejor calidad de vida en la FM, sugiriendo así que el peso podría tener una repercusión positiva en estos pacientes. Por tanto, el hecho de que la mejoría se haya conseguido a través de diferentes estrategias dietéticas puede llevar a la hipótesis de que tanto la pérdida de peso como el componente psicosomático de la enfermedad podrían tener un papel importante en la FM. Además, todas estas dietas son modelos dietéticos saludables, ricos en alimentos vegetales, antioxidantes o fibra, por lo que el hecho de que las personas hayan experimentado una mejoría de los síntomas después de las intervenciones dietéticas sugiere que una dieta adecuada podría jugar un papel crucial.

En conclusión los aspectos dietéticos parecen ser un enfoque complementario prometedor para el tratamiento de la FM, siendo las dietas vegetarianas, así como la dieta mediterránea, eficaces para reducir los síntomas de la FM. 

 

Ref: Giuditta Pagliai y col. Nutritional Interventions in the Management of Fibromyalgia Syndrome. Nutrients 2020 Sep; 12 (9): 2525.

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