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Dietética en los cálculos renales

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El tratamiento dietético para prevenir nuevos cálculos de oxalato y evitar el crecimiento de los que ya están formados incluye reducir las concentraciones de los elementos minerales que participan: calcio y oxalato. Cuando la orina contiene una proporción mayor de calcio y oxalato de la que es capaz de diluir, y a su vez, hay una presencia menor de sustancias que impiden la aglutinación de los cristales, tiene lugar la formación de los cálculos renales o piedras.

Parecería lógico decir que si el calcio y el oxalato forman cálculos renales, evitar ambas sustancias en la alimentación ayudaría; pero el calcio es una parte fundamental de la alimentación y el cuerpo lo necesita no solo para mantener sanos a los huesos, sino también para regular la presión arterial y sustentar la función muscular. El oxalato, por su parte, es una sustancia natural que está presente en muchos alimentos, en ciertas frutas y verduras o en los frutos secos y el chocolate; además, el hígado también produce oxalato.

El papel de la dieta es fundamental, consumir la cantidad correcta de calcio y mantener una dieta pobre en oxalato (por debajo de 50 mg/día) será determinante.

La recomendación normal es ingerir entre 1000 y 1200 miligramos de calcio diarios. Cuando uno consume bebidas o alimentos ricos en calcio con cada comida, la cantidad de oxalato absorbida por el torrente sanguíneo disminuye y eso reduce el riesgo de formar nuevos cálculos renales.

Además de consumir la cantidad correcta de calcio, hay otras recomendaciones dietéticas que reducen el riesgo de cálculos renales de oxalato de calcio. Por ejemplo, es importante beber una cantidad de agua y de líquidos suficientes, de entre 2,5 y 3 litros al día. Procurando un color de orina casi transparente.

Alimentos ricos en oxalato: Cacahuates, té, café instantáneo (más de 230 ml día), ruibarbo, remolacha, frijoles, bayas (moras, frambuesas, fresas, grosellas, …), chocolate, uvas, verduras de hoja oscura, naranjas, tofu, boniatos y cerveza.

Alimentos bajos en oxalato: carnes, huevos, productos lácteos, arroz blanco y pastas.

Por otro lado, tanto el azúcar como el sodio pueden aumentar el riesgo de desarrollar cálculos renales, de manera que restringir ambos ingredientes en su alimentación también le ayudaría.

Si su médico de cabecera le recomienda evitar alimentos con alto contenido de oxalato, considere acudir a un dietista-nutricionista para evaluar su dieta y tener a la vista un listado de los alimentos restringidos.

OTRAS CARACTERÍSTICAS DE LA DIETA:

  • Preferir una dieta alcalinizante, rica en frutas, verduras y cereales.
  • Evitar la ingesta excesiva en vitamina C y xilitol.
  • Limitar el consumo de zumos verdes naturales.
  • Evitar las bebidas de cola e incluir aquellas con citrato.
  • Aumentar el consumo de alimentos ricos en ácidos grasos omega 3.

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