Las hamburguesas es una de esas recetas que encantan. Es una comida fácil de realizar, que combina una serie de ingredientes que sacian a los más exigentes (o no) paladares. El recuerdo que yo tengo de las primeras hamburguesas que conocí, era muy simple. Carne picada, queso, lechuga, tomate, cebolla y pan con semillitas de sésamo por encima. Lo curioso es que para mí era como la comida exótica e internacional que en el 2022 inunda nuestras opciones del mundo culinario.
Los sitios más tradicionales podían cambiar el pan y listo. Los más arriesgados, podían llegar a añadirle un sinfín de ingredientes, pasando de la hamburguesa simple, a la simple con queso, a la completa, a la completa con huevo, Bacon, lomo, pepinillos, salsa barbacoa, queso en lascas, chuleta de ternera (con hueso) y agua de los floreros. Eso sí que eran hamburguesas.
Ahora son todo hamburguesas Gourmet. Fusión de sabores, texturas, temperaturas, carnes auténticas o falsas carnes. Y uno de los ingredientes que me dio pie al tema a tratar hoy, es uno de los quesos que se utiliza en las búrguer, el cheddar.
El otro dia vi una video receta de una hamburguesa con cheddar y en los muchos mensajes que recibió fue el de que ese queso era autentico plástico. Y mis prejuicios hacia ese queso iban en ese sentido. Así que tenía que investigar para confirmar o desmentir esa creencia.
Está claro que está muy asociado a la comida rápida o a una salsa de queso fundido, pero la verdad es que este es uno de los quesos ingleses por excelencia. De su fabricación hay registros que datan de finales del siglo XII, en el pueblo de Somerset (Suroeste de Inglaterra), y su nombre se lo da el pueblo de Cheddar y sus cuevas, las cuales se utilizaban para almacenar el queso. La temperatura constante y la humedad de esas cuevas proporcionaron un ambiente óptimo para madurar el queso. La ciudad también dio su nombre a una parte única del proceso de fabricación, conocido como chedarización, el paso más importante para la elaboración del queso cheddar.
El verdadero se realiza con leche de vaca, encimas y sal. El color amarillo tan llamativo se debe al añadido de la especie llamada achiote. Y se le añadió esta especia para darle ese distinguido color anaranjado para diferenciarlo de parecidos quesos ingleses, como el stilton.
Existen dos tipos de cheddar, el normal y el envejecido. Que son los que cumplen con la tradición y experiencia de los fabricantes, pero por culpa de su expansión por el reino unido y el mundo, sus características cambiaron y se adaptaron a cada lugar, dando desde el cheddar suave al de cosecha, vendiéndose desde los 3 meses de maduración hasta los 18-24 meses.
Está claro que la mayoría de los que se venden loncheados, en salsas o liquidas, que tantas hamburguesas y fondues tienen en su haber, no son el cheddar original, que es el que debemos buscar para que, los amantes de los quesos, conozcamos la cara buena de este denostado y desconocido manjar.
