Las hierbas aromáticas dan ese toque especial a nuestras comidas, realzando los aromas y sabores de un plato hasta niveles de ensueño. Según el tipo de hierba aromática que utilizo, nos pueden hacer hasta viajar. A mi me pasa con el cilantro, el cual me hace teletransportarme a mi querida Costa Rica. Su utilización en los conocidos ceviches marcó un recuerdo imborrable en los archivos de mi memoria gastronómica y personal.
Os vamos a presentar una serie de hierbas de uso diario, las cuales además de marcar con matices únicos las recetas, hacen que no necesitemos añadir tanta sal como nuestro paladar esta acostumbrado y cuerpo necesita.
- Tomillo: Sus hojas se emplean en forma de ramillete para caldos, sopas, estofados o en rellenos de carne. Podemos usarlo para disfrazar de color y sabor nuestras ensaladas, menestras o platos con quesos o huevos. Es un ingrediente imprescindible en los conocidos y variados aliños para el churrasco o parrilladas y los podemos encontrar en variedades como el tomillo-limón, el cual pega muy bien con los pescados y consomés.
- Laurel: las hojas de laurel dan un sabor increíble y clásico a platos tanto salados como dulces, siendo un ingrediente con magníficas propiedades medicinales. Aromatizan caldos, pistos, bechameles o salsas. Para adobar o aguas para escalfar. En la cocción de las legumbres, son, junto con otros trucos, un aliado para evitar las flatulencias, y en la repostería, lo podemos utilizar para infusionar con leche y así hacer unas natillas o leche al horno espectaculares.
- Romero: hasta la ramita más pequeña dará aroma y sabor a cualquier receta. Tanto si la metemos dentro de un pollo al horno, como pegada al hueso de una pierna de cordero, cerdo o ternera. Molida a modo de lluvia arenosa sobre unos filetes o para la preparación de marinadas. También lo podemos utilizar para las infusiones de agua, o de leche, y así utilizar esta última en natillas, pudines o torrijas.
- Menta: la variedad hierbabuena es la más utilizada por tradición española. Tenemos el formato deshidratado y fresco, siendo este último formato el más refrescante. Tanto en unas gachas de avena, como pudin en frío, yogures, en mantequillas para hacer asados, o en una bebida refrescante con hielo y algún aditivo más cañero, es una hierba gloriosa.
- Perejil: Fresco, es indudablemente uno de los adornos más utilizados en la cocina, y sobre todo gracias al cocinero más televisivo de los últimos 30 años en las parrillas nacionales. Tiene un sabor fuerte y penetrante. Picado en una salsa blanca de pescado, pollo o ternera. Mezclado con pan rallado para rebozados o rellenos. Saborizante de sopas, caldos y estofados.
Si queremos hacer un ramillete de hierbas, si son en fresco, basta con atar las que tengamos en forma de ramitas (perejil, tomillo, laurel y romero, por ejemplo) con un hilo de bramante y añadirlo a la sopa, caldo o estofado deseado. Si las tenemos deshidratadas, debemos envolver las hierbas deseadas en un saco de gasa fina, para así aromatizar lo deseado sin que queden trazas solidas de las mismas.