Lácteos fermentados y suplementos probióticos

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Las enfermedades cardiometabólicas abarcan un grupo de alteraciones crónicas como obesidad, dislipidemia, diabetes tipo 2, hipertensión y síndrome metabólico, que promueven la dolencia cardiovascular, primera causa de muerte en todo el mundo. La mayoría de los factores de riesgo identificados para estas patologías pueden modificarse con las recomendaciones de estilo de vida saludable.  A pesar de los intentos de intervenciones en este sentido, las enfermedades cardiometabólicas siguen siendo un problema importante y son necesarias nuevas estrategias para abordar su reducción o prevención.

Una revisión sistemática de la Facultad de Medicina de la Universitat Rovira i Virgili evaluó mediante estudios y simultáneamente, la relación entre el consumo regular de lácteos fermentados y los factores de riesgo de estas patologías, así como también, el efecto de la suplementación con probióticos añadidos (a un producto lácteo y como probióticos en cápsula) sobre la enfermedad cardiometabólica.

Los probióticos, microorganismos vivos que confieren un beneficio para la salud del huésped cuando se administran en cantidades adecuadas, se pueden proporcionar como suplementos o pueden estar presentes en productos lácteos fermentados, como yogur, queso y leche fermentada. Los productos lácteos fermentados son alimentos con composición variable que se consumen comúnmente y aunque la ciencia ha demostrado un vínculo favorable entre el contenido de grasa del yogur y la enfermedad cardiometabólica, no se puede evaluar el impacto de la presencia de probióticos en este producto lácteo fermentado. Por el contrario, los suplementos probióticos contienen cantidades y géneros conocidos que permiten probar sus efectos en ensayos controlados.

Los resultados de esta revisión mostraron por una parte, que la leche fermentada se asocia con una reducción del 4% en el riesgo de accidente cerebrovascular, cardiopatía isquémica y mortalidad cardiovascular; que la ingesta de yogur se asocia con una reducción del 27% del riesgo para la diabetes tipo 2 y el 20% para el desarrollo del síndrome metabólico. Y por otra, (resultados de las pruebas controladas) que la suplementación probiótica añadida a los productos lácteos, redujo más los biomarcadores de lípidos que cuando se suministró en forma de cápsulas a personas con colesterol elevado, y que esta misma suplementación probiótica mediante cápsulas promovió una mayor reducción de los indicadores de la diabetes tipo 2 que cuando se añadió a los alimentos lácteos en sujetos diabéticos. Ambos tratamientos (alimento lácteo y cápsulas) dieron como resultado una reducción importante de los valores antropométricos (peso, circunferencias, cintura, cadera,..) en personas con obesidad. 

Esta revisión resume sus hallazgos en que el consumo de leche fermentada se asocia con una reducción del riesgo cardiovascular, mientras que la ingesta de yogur se asocia con un riesgo reducido de diabetes tipo 2 y desarrollo de síndrome metabólico en la población general.  Además, la suplementación probiótica añadida a los alimentos lácteos utilizados en las pruebas podría considerarse beneficiosa para bajar las concentraciones de lípidos y los parámetros antropométricos, así como contribuir al manejo de la diabetes 2.

REF: Companys y Col. Fermented Dairy Products, Probiotic Supplementation, and Cardiometabolic Diseases: A Systematic Review and Meta-analysis. Adv Nutr. 2020 1 de julio; 11 (4): 834-863.  

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