El longevo y verde musgo

Las zonas boscosas son ideales para encontrar esta pequeña planta.
photo_camera Las zonas boscosas son ideales para encontrar esta pequeña planta.

Su recogida indiscriminada provoca importantes daños en los ecosistemas, en los que desempeñan un importante papel

El otoño avanzaba con sus primeros fríos y sus intensas lluvias. Los días se habían reducido ostensiblemente y el sol brillaba escasamente con sus rayos casi mortecinos. Los árboles ya no daban frutos. La naturaleza comenzaba a adormecerse. Atravesando los montes de Galicia, yo, Francisco, y mis hermanos de Asís, pudimos llenar nuestros pulmones de ese aire húmedo impregnado del aroma del musgo y de las hojas secas que, como una alfombra con una amplia gama de colores ocres, cubrían el camino hacia Compostela. El sonido del viento, el rumor del agua de los abundantes riachuelos y el crujir de la hojarasca, era la música de fondo, que acompañaba nuestro caminar, mientras elevábamos cánticos de alabanza al Creador por el espléndido regalo de la Naturaleza.

El musgo, una de las formas vegetales más longevas que existen en el planeta tierra, es una pequeña planta herbácea de organización simple, sin tejido  vascular, ni flores, ni frutos, ni siquiera verdaderas raíces, pero sí con tallos y con hojas, a través de las cuales absorben el agua y los nutrientes. Pertenece al grupo de las Briofitas en sentido estricto y etimológicamente su nombre deriva del latín muscus. Hay unas 12.000 especies identificadas de musgos, pero posiblemente existen muchas más.

Los musgos, se encuentran principalmente en áreas húmedas y sombrías tales como zonas boscosas con muchas precipitaciones o en las orillas de los cauces de ríos y arroyos, pero nunca en el ambiente marino. No obstante, existen especies que toleran condiciones extremas, pudiendo sobrevivir períodos más o menos prolongados de sequía y recobrando todas sus funciones cuando llegan las lluvias o se riegan.

Su color varía desde el verde pálido al verde oscuro o amarillento. Son de aspecto aterciopelado y crecen sobre los más variados tipos de substrato: rocas, muros, tejados, entre las piedras y adoquines de las calles, o también en los troncos y ramas de árboles, aunque no son plantas parásitas.

Algunos tienen aplicaciones medicinales, ya sea como diuréticos, antibióticos y anti-tumorales, si bien es cierto que en este campo todavía hay mucho que investigar. Asimismo, son utilizados en horticultura, por ejemplo, para el cultivo de champiñones; en floricultura para cultivar plantas ornamentales como orquídeas o confeccionar adornos florales y en jardinería para realzar las plantas de las macetas, especialmente los bonsáis. Es, también, apreciado por las aves como material de construcción de sus nidos.

También se usan en el ámbito de la decoración. De hecho, en el mes de diciembre es frecuente que la gente vaya a coger al bosque diferentes tipos de musgo para hacer los belenes o nacimientos. A veces su recogida indiscriminada provoca importantes daños en los ecosistemas, en los cuales desempeñan un importante papel reteniendo la humedad del suelo, evitando su erosión, purificando el agua de la lluvia y constituyendo un importante refugio de pequeños invertebrados (insectos, arácnidos, moluscos, etc.).

Hay que tener en cuenta que los musgos, después de ser arrancados de su hábitat natural, tardan años en regenerarse. Por ello, al igual que sucede con el acebo, el rusco o el tejo, está prohibida su recolección. Debemos adquirir una progresiva conciencia de la importancia de respetar el ambiente y no llevar a la práctica actuaciones agresivas que pongan en peligro su equilibrio.

Como curiosidad, es de utilidad saber que, en nuestros bosques, los musgos, pueden hacer las veces de brújula, ya que observando su posición en los troncos de los árboles podemos orientarnos. El lado que tiene generalmente más musgo indica el norte. Sin embargo, es necesario tener en cuenta que en las zonas boscosas en las que la luz del sol no penetra, los musgos crecen por igual en todo el contorno de los árboles. La presencia de musgos, evocando un sentido de sosiego y antigüedad, es un indicador de ambientes limpios, no contaminados.

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