La mascarilla, aliada contra la alergia al polen

Un joven se coloca la mascarilla. (Foto: Unsplash)
photo_camera Un joven se coloca la mascarilla. (Foto: Unsplash)
La alergóloga Rosario López Rico, mantiene que es una "barrera" contra ideal para que no llegue a las vías respiratorias

La utilización de la mascarilla al aire libre de manera continuada ya no es obligatorio ni aconsejable, sostiene la alergóloga Rosario López Rico, pero no deja de ser un filtro que, en el caso de las personas con alergias, evita que el polen entre en las vías respiratorias, por lo que puede ser "una barrera" contra el mismo.

"No recomendaría la mascarilla de manera permanente y sí seguir lo que las autoridades nos marcan", asegura en una entrevista con Efe López Rico (A Coruña, 1968), con motivo de la entrada en vigor del real decreto por el que se elimina en España definitivamente la obligatoriedad de llevar mascarillas en interiores, salvo en el transporte público, centros sanitarios, residencias y farmacias.

La alergóloga ejerce su especialidad en el Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña, donde el número de consultas no ha variado significativamente tras un invierno más seco de lo habitual ya que, además, "las mascarillas para las patologías respiratorias han ayudado mucho y evitado que las mucosas se expusieran a los alérgenos".

En España hay ocho millones de personas que sufren alergia a algún polen, casi el 80 por ciento de ellas a las gramíneas, aunque en algunas zonas puede superar el 90 por ciento.

"Con la mascarilla, estos dos últimos años hubo una reducción de la sintomatología en los alérgicos", abunda López Rico; en este sentido, Sanidad aconseja un uso responsable del tapabocas en los eventos multitudinarios, así como en el entorno familiar y en reuniones o celebraciones privadas en función de la vulnerabilidad de los asistentes.

Además, la Xunta mantiene la recomendación de uso de mascarilla en los centros educativos de la comunidad autónoma "por prudencia, por responsabilidad y por respeto".

En principio, López Rico, formada en la Universidad de Santiago, cree que esta primavera, el año en general, "será leve" para los alérgicos, pues las pasadas estaciones del otoño e invierno han estado entre las más secas de los últimos 60 años, lo que ha influido en que el polen no crezca y haya una cantidad menor.

Sin embargo, el cambio climático y factores como la contaminación afectan negativamente al polen, aunque haya menos, porque genera unas proteínas de estrés para defenderse que lo convierten en más agresivo, y se mantienen más tiempo en el ambiente, sobre todo en las ciudades.

En Galicia, el "rey de la alergia" es el ácaro durante todo el año, y el prevalente es el polen de las gramíneas, seguido de la parietaria, sobre todo en la costa.

La primavera es una estación "cambiante" e "intermedia" con "todo tipo de situaciones meteorológicas", detallan a Efe fuentes de Meteogalicia, por lo que a efectos de las alergias al polen, el pico de mayor incidencia se retrasará previsiblemente hasta junio y julio.

El abanico de síntomas de la alergia incluye la rinitis o rinoconjuntivitis, que provoca picor de nariz y ojos, secreción nasal acuosa, estornudos, nariz taponada, el asma bronquial, que se manifiesta con tos seca, dificultad para respirar o ruidos torácicos de tipo silbido.

Además de las mascarillas, otros comportamientos que pueden paliar las alergias son cambiarse de ropa y lavarse la cara al llegar a casa, no tender en el exterior los días de mucho viento para no acumular polen, no abrir ventanas para ventilar entre las 12 y las 5 y viajar en coche siempre con ventanillas cerradas y filtros antipolen.

Desde los departamentos médicos de los hospitales se indica que, aunque existen muchos medicamentos que alivian los síntomas de la alergia, los llamados antihistamínicos, conviene acudir al especialista para saber qué alérgeno provoca la reacción y cómo tratarlo o evitarlo. 

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