En uno de los mayores éxitos de su carrera, cantaban The Police: “I'll send and S.O.S to the world. I hope that someone gets my message in a bottle”. Imitando una historia de náufragos, la famosa banda británica lanzaba una llamada de auxilio al mundo, un mensaje en una botella, con la esperanza que alguien la recogiera.
Apenas cuatro décadas más tarde, un nutrido grupo de científicos y especialistas, considerando el cariz que continúa tomando el asunto de esta pandemia en nuestro país, envía un mensaje concreto y diáfano a nuestras autoridades políticas, por si quisieran hacerles caso. Quizás tampoco será el último.
En esa carta a la Presidencia del Gobierno de España, gobiernos autonómicos y otros cargos públicos con responsabilidades en materia sanitaria, superados ya los 3.26 millones de contagios y los 75.000 muertos oficiales, estos expertos proponen una serie de actuaciones para atajar los efectos de esta plaga.
1. Uso de mascarillas, especialmente en el interior de los lugares de trabajo, aunque se mantenga una separación de 2 metros entre los trabajadores. Informar claramente a la población sobre el tipo de mascarilla, sus niveles protección y la correcta colocación, para evitar los contagios e incrementar su nivel de protección.
2. Fomentar las actividades en el exterior, pues ahí el riesgo de contagio del SARS-CoV-2 es 20 veces menor. Apertura de parques y jardines, promocionando las actividades aire libre.
3. Garantizar la ventilación con aire del exterior, en cantidad suficiente y constante, mediante medidas naturales, artificiales o combinadas.
4. Medir el CO2, mediante dispositivos fiables y homologados, pues constituye una medida tecnológica de bajo coste para verificar, en cada momento, si la ventilación es la adecuada.
5. Sobre las medidas técnicas para la limpieza del aire, los expertos recomiendan el filtrado de alta eficiencia, con filtros HEPA, solución contrastada para eliminar los aerosoles respiratorios. Pueden ser autónomos o centralizados, estableciendo claramente sus recomendaciones de uso. En el caso de otras tecnologías, como por ejemplo radiación ultravioleta (UV-C), fotocatálisis, ionización u ozono, informar sobre los riesgos asociados, la aparición de sustancias tóxicas y las medidas de protección necesarias para los usuarios.
6. Atención especial a la protección de los centros educativos, para que en todo momento dispongan de la información necesaria que garantice la protección del alumnado.
7. Criterios, procedimientos y normativas, pues las informaciones parciales, sesgadas y no contrastadas son tan peligrosas como el propio virus.
8. Divulgación de calidad, precisa y accesible, difundida por los medios de comunicación.
Ahora, esperamos a ver a qué playa llega esta botella y a quiénes le llega su mensaje. Y lo más importante, si le hacen caso. Ya va siendo hora.
