Vida OurenSana

Miel: propiedades y beneficios para la salud

La miel posee propiedades funcionales y nutricionales destacadas que han permitido en los últimos años, involucrarla en diversas aplicaciones, tanto en la medicina tradicional como en la moderna. 

Este líquido dulce procesado por la abeja melífera, es un alimento energético con actividades biológicas, fisiológicas y farmacológicas bien reconocidas en la prevención y promoción de la salud.

La miel natural se compone mayoritariamente de carbohidratos (82,4%: 38,5% de fructosa, 31% de glucosa y 12,9% de otros azúcares), agua (17,1%), proteínas (0,5%), ácidos orgánicos, minerales, aminoácidos, vitaminas, flavonoides, polifenoles y una gran cantidad de otros compuestos menores. Asimismo, este producto apícola presenta de forma natural, pequeñas cantidades de sustancias bioactivas como proteínas, vitaminas y enzimas que confieren beneficios saludables. 

La miel ha sido utilizada tradicionalmente por egipcios, griegos, romanos y chinos para curar heridas y enfermedades del intestino, incluidas las úlceras gástricas. También ha sido útil como remedio para la tos, el dolor de garganta, para tratar heridas, picaduras de insectos, quemaduras, trastornos de la piel y llagas.

La documentación científica valida las capacidades y eficacia de la miel como promotor de la reparación de heridas y como agente antimicrobiano. Activa sustancias que ayudan la cicatrización.

Por otra parte, este producto proporciona algunos nutrientes, como minerales, fitoquímicos y flavonoides, que ayudan en los procesos digestivos del cuerpo. Su forma natural contiene una gran cantidad de prebióticos que mejoran la actividad y desarrollo de bacterias beneficiosas del tracto gastrointestinal (Lactobacillus y Bifidobacterias). De hecho, su valor como alimento promotor ha impulsado un desarrollo creciente de alimentos funcionales con este ingrediente.

Algunos ensayos experimentales con miel la han informado como un suplemento dietético destacado que acelera el crecimiento de estas bacterias. En condiciones in vitro, los ingredientes prebióticos de la miel como la inulina, la oligofructosa y los oligosacáridos aumentaron la cantidad de Lactobacillus acidophilus y L. plantarum de 10 a 100 veces, lo que resultó beneficioso para la microbiota intestinal. También como contribución al sistema digestivo el consumo de miel, ayuda en las alteraciones de dispepsia, gastritis y úlcera péptica al cubrir el revestimiento del esófago y el estómago, evitando así el flujo ascendente de alimentos y jugo gástrico. La miel se ha identificado como un potente inhibidor de la gastritis y del agente causante de la úlcera péptica, Helicobacter pylori.

Envíe sus dudas a: [email protected]

Te puede interesar