Los pescados con más cantidad de mercurio son los que habitan en las zonas más contaminadas y los que están más arriba en la cadena trófica.
El atún rojo y el pez espada están entre los más contaminados y se deberían evitar en el embarazo, lactancia y en niños.
Pescados como la caballa, el cazón o el mero están también entre los de consumo menos habitual.