La nutrición enteral es la introducción de una mezcla líquida nutricionalmente completa, directamente al estómago o al intestino delgado a través de un tubo estrecho. Su fin es el aprovisionamiento de los nutrientes totales o parciales de una persona que no puede comer pero su sistema digestivo funciona. Cuando este tipo de alimentación por sonda se realiza fuera del hospital, de forma ambulatoria, se conoce como nutrición enteral en el hogar o nutrición enteral domiciliaria (NED).
El médico puede recomendar una alimentación por sonda cuando la persona no puede comer para satisfacer sus necesidades nutricionales o cuando su alimentación no es segura por ejemplo, cuando no puede tragar el alimento o cuando hay un menor nivel de conciencia.
Se ha demostrado que NED es segura y compatible con el funcionamiento normal del cuerpo. Ofrece un apoyo nutricional valioso para afrontar situaciones frecuentes de desnutrición (ingresos hospitalarios prolongados, intervenciones quirúrgicas, disminución del apetito, patologías de la boca, etc).
En la Nutrición Enteral Domiciliaria intervienen diversos especialistas médicos, dietistas, el propio paciente y su familia. Cuando se plantea este tipo de soporte, es importante que el dietista evalúe el estado de nutrición a través de una historia clínica y dietética que incluya un estudio antropométrico y bioquímico para determinar la fórmula apropiada y desarrollar un plan de atención nutricional.
Hoy en día están disponibles muchas fórmulas enterales comerciales (básicas, altas en energía, moderadas en proteínas, bajas en fibra, bajas en sodio, renales, predigeridas, etc.) Existen fórmulas diseñadas especialmente para diabetes o trastornos respiratorios o para la cicatrización de heridas, no obstante, es preciso valorar la idoneidad de la fórmula para un paciente en particular, considerando no sólo su enfermedad sino las circunstancias individuales.
Una alternativa al uso de las fórmulas comerciales son las mezclas caseras (elaboradas con alimentos licuados). Aunque generalmente no se aconsejan (tienen más probabilidades de bloquear las sondas), muchos médicos alegan que pueden ser útiles y ayudar en condiciones particulares (entrenamiento en elaboración de mezclas nutricionalmente completas, reducción del riesgo de contaminación bacteriana, higiene y manipulación de alimentos).
Los tipos de sondas de alimentación que suministran la nutrición líquida directamente al estómago o al intestino delgado, dependerá de la situación. Si se requiere utilizar una sonda durante un mes o menos, el médico recomendará insertar una sonda nasogástrica o una sonda nasoyeyunal. Si el caso amerita utilizar nutrición enteral por más de 30 días, el especialista recomendará un procedimiento quirúrgico para adaptar la sonda al estómago (gastrostomía) o dentro del intestino delgado (yeyunostomía).
Envíe sus dudas a: [email protected]
