Vida Ourensana

¿Qué es el cilantro jabonoso y para qué se usa?

Consulta aquí las curiosidades del cilantro jabonoso y sus diferentes usos

El pistoletazo de salida para mi pasión por el cilantro comenzó años atrás. En concreto en un viaje que marcó un antes y un después en mi ser, Costa Rica. Podría estar hablando de las experiencias vividas, pero como quiero seguir teniendo vuestra atención, voy al grano. En concreto al grano del cilantro. Antes de ese viaje era lo que yo conocía y poco utilizaba en mi cocina. La semilla ocupaba un espacio ornamental en el conjunto de especias y nada más. Lo extraño era que cuando tenía la oportunidad de probarlo en fresco, no era santo de mi devoción ni mucho menos, porque el sabor que me transmitía se acercaba más al jabón que a una fresca hierba. Cabe decir que pasar del perejil de Karlos Arguiñano al cilantro me parecía un sacrilegio a mi tradicional cocina y me aferraba a mi mentor televisivo de los años noventa. 

El cilantro es una hierba aromática muy utilizada en la cocina de diferentes sitios. Desde Latinoamérica hasta Oriente. En México no hay guacamole que le falte (entre otras decenas de recetas), en China lo incluyen desde sopas y guisos, hasta ensaladas y aderezos. Además, en la medicina tradicional china se ha utilizado durante siglos debido a sus posibles propiedades medicinales. 

A lo largo de los años y de mi uso del cilantro después de mi adoración post viaje a Costa Rica, noté que algunas personas experimentaban una sensación parecida a la de mis comienzos, la del sabor a jabón. Pues bien, este fenómeno de la aversión al cilantro ha sido objeto de numerosos estudios en la investigación científica, algunos de los cuales dicen que pueden estar relacionados con la genética y la forma en que las personas perciben los sabores y los olores. 

La sustancia responsable del sabor característico del cilantro se llama aldehído, un químico volátil que se puede encontrar en muchas hierbas y especias, pero en concentraciones más altas en la que hoy nos atañe, Genéticamente, para algunas personas, este compuesto tiene un olor y sabor a jabón o a productos de limpieza, olores y sabores que pueden variar en su intensidad, siendo totalmente subjetivos.  Por el lado contrario, para los que no tienen aversión, el cilantro ofrece un sabor fresco muy agradable e incluso cítrico y floral.

Para mí, no sé si hubo un componente genético en mi aversión hacia el cilantro o si hubo un condicionante cultural. Lo que sé, a partir de ahora, es que si a alguien no le gusta el cilantro no lo voy a judgar porque puede ser que su genética no esté a favor de esos compuestos aldehídos, y que, en mi caso, abrir la mente y estar predispuesto a los cambios es lo que está haciendo mi vida más variada, colorida…y especiada.

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