Hoy en día tenemos un sinfín de opciones a nuestra disposición. El problema es que la mayoría no son sostenibles. La yuca previamente cocida y luego frita o asada, es un manjar para disfrutar. Los boniatos o batatas nos darían el mismo juego, incluso más, que el que nos da la patata, con ese toque suave y dulce. La yautía, es un tubérculo pequeñito y resultón. Y con el ñame, reciente descubrimiento en mis dominios culinarios, estaríamos abriendo el abanico de tubérculos a nuestro recetario.
