El otoño lo asociamos a estas maravillas de la naturaleza. Muchas personas disfrutan saliendo a recogerlas para después degustarlas como el gran manjar que son (siempre con conocimiento debido al peligro que puede suponer comer alguna variedad no comestible).
Existen numerosas variedades y en general podemos decir que aportan pocas calorías y que su mayor valor procede de su contenido en vitaminas del grupo B, E y en cuanto a minerales hablamos del fósforo, hierro y cobre.
Se le atribuyen propiedades beneficiosas a nivel cardiovascular y en el sistema inmunológico.
En la cocina
Especial cuidado al limpiarlas, evitar lavarlas para no aportarles más humedad.
Quedan deliciosas a la plancha con un toque de sal marina. Para hacer revueltos y tortillas. Incluirlas en sopas y guisos…
Curiosidad
Son la parte del hongo encargada de la reproducción al contener las esporas que, como curiosidad extra, el recogerlas con cesta hace que al ir por el bosque esas esporas se vayan esparciendo para que crezcan nuevas.