El valoradísimo lino

Lino.
photo_camera Lino.
El tallo largo, ascendente, sin nudos, estriado y ramificado en la inflorescencia del lino es de sección circular y puede alcanzar hasta el medio metro de altura

El lino silvestre, lino pálido, linaza o galabera conocido en gallego  como liño bravo o canabeña y científicamente con el nombre de  Linum bienne es una planta herbácea bianual o incluso perenne  originaria de la cuenca mediterránea, del oeste europeo y de algunas  regiones de Irlanda y norte de Inglaterra, perteneciente a la familia de  las Lináceas. Uno de sus sinónimos es Linum angustifolium. 

El nombre genérico deriva de la palabra griega linon, utilizada ya por  el filósofo y botánico griego Teofrasto y que significa “hilo” o “hebra”.  El epíteto bienne procede del latín biennis y significa “bienal”,  aludiendo a la necesidad de dos años para completar su ciclo  biológico. 

Su tallo largo, ascendente, sin nudos, estriado y ramificado en la  inflorescencia, es de sección circular y puede alcanzar hasta el medio  metro de altura. Sus hojas son alternas, estrechas, lanceoladas y  acabadas en punta, con tres nervios, del cual el central es el más  marcado. A veces tanto los tallos como las hojas presentan unos  dientecitos pequeños y blanquecinos. Sus bellísimas y delicadas  flores de color azul claro, tienen un largo rabillo o pedicelo, cinco  sépalos verdosos puntiagudos con tres nervios, 5 pétalos  redondeados, no soldados en la base y con nervios de un color azul  más intenso o a veces violáceo, y cinco estambres en forma de maza  que alternan con los pétalos y cuyas anteras son de color azul oscuro.  Florecen en primavera y la floración puede extenderse durante el  verano. Su fruto es una cápsula redondeada, con un pequeño pico en  la parte superior, que contiene diez semillas aplanadas y de color  pardo amarillento o pardo oscuro. Se encuentra fácilmente en toda  Galicia en campos más o menos húmedos, en herbazales y también  en las márgenes de los ríos y de los caminos, formando grupos. 

Toda la planta y sus semillas, de las cuales se obtiene el conocido  “aceite de linaza”, han sido utilizadas por el hombre desde la  antigüedad, enteras o molidas, tanto para alimentación humana,  como para la medicina, para la cosmética o también para la  elaboración de barnices y pinturas, linóleo, jabón y masilla para los  vidrieros. Parece ser que su primer uso fue con fines alimenticios, tal  y como lo han puesto de manifiesto yacimientos arqueológicos de Siria de hace 11.000 años, en los que las semillas aparecieron junto a  granos de trigo y de cebada. 

Pero también se sabe que los egipcios usaban vendas de tejido de  lino para embalsamar los cadáveres. Asimismo, en una carta del siglo  XIV-XII a.C. que Amenofis III, rey de Egipto, envió a Tarhunta-radu,  rey de Arzawa, con el listado de los dones de la dote para la  concesión de la hija al rey de Egipto, figura el lino. Y en el Papiro de  Ebers, uno de los más antiguos tratados médicos conocidos, del 1500  a. C., el lino viene citado entre las plantas ya usadas en farmacopea.  También aparece mencionado 68 veces en la Biblia, 7 de ellas en el  Nuevo Testamento. Así, por ejemplo, en el evangelio de San Lucas  podemos leer: “Había un hombre rico que se vestía de púrpura y lino  finísimo y cada día hacía espléndidos banquetes” (Lc 16,19). 

En la medicina popular se ha empleado como laxante y  antiinflamatorio. También en cataplasmas como emoliente para curar  heridas y forúnculos, y como calmante en casos de dolores  reumáticos o de lumbago. Pero tradicionalmente, de sus tallos se  extraían, por maceración, fibras alargadas y blancas con las cuales se  fabricaba tejido para confeccionar prendas de vestir, sábanas, lienzos,  cuerdas y redes. Al respecto, parece ser que esta especie fue el  ancestro silvestre del Linum usitatissimun, una especie de gran interés  económico, también, antiguamente, a nivel de pequeña economía  familiar, muy cultivada para ser transformada en lino en extensiones  de terreno que aún hoy conservan el nombre de “liñares”. 

Diversos autores han identificado además, en diversas zonas de  Galicia, otras especies de lino como: el Linum catharticum o lino  purgativo cuyas flores son blancas y amarillentas en la base, el Linum  maritimun, lino marítimo o lino de salobral con flores de color  amarillo vivo muy llamativas, el Linum narbonense, lino de Narbona  o lino azul con una impresionante floración azul, el Linum strictum o  lino menor de color amarillo oscuro y el Linum trigynum o  simplemente lino de flor amarilla.

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