POBREZA

El 30% de familias reconoce comer productos caducados

Entre los grupos más vulnerables llaman especialemnte la atención ancianos de zonas rurales.

Uno de cada tres consumidores asegura que toma alimentos que sobrepasaron la fecha de caducidad, si no pasaron muchos días, según un estudio de la Confederación Española de Organizaciones de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios(CEACCU) sobre los cambios en los hábitos de compra y de consumo.

En el estudio se evalúa el grado de información de los consumidores sobre determinadas cuestiones, como la posibilidad de ampliar la fecha de caducidad de los alimentos o el "falso mito" de que "no pasa nada" por consumir un alimento pasado de fecha, algo que realmente, según la confederación, puede ser "muy peligroso".

Casi todos los consumidores (el 92 %) consulta la fecha marcada en los alimentos, sin embargo existen importantes carencias a la hora de distinguir entre fecha de caducidad y de consumo preferente. El 39 % de los encuestados no es capaz de señalar la respuesta correcta al ser preguntados por el significado de la fecha de caducidad de un alimento, que de superarse "deja de ser seguro y no debemos consumirlo". Menos confusión hay sobre "consumo preferente" ya que sólo un 9 % marca la respuesta incorrecta. Sin embargo, sólo una cuarta parte de los consultados es consciente de que, aunque no haya riesgo en consumir los productos que superen esta fecha, sí hay pérdida de calidad.

Sobre el impacto en los precios, el 89 % considera que es una obligación legal vender alimentos solo dentro de las fechas de consumo y no deben costar más.



CAMBIOS EN EL CONSUMO

El estudio también revela que la crisis económica y la caída en la renta modificaron sustancialmente el "carro de la compra" de los españoles: el 61% se vieron obligados a modificar sus pautas para racionalizar o reducir el consumo y el gasto en alimentos.

Este estudio, realizado a partir de una encuesta a casi mil familias representativas, trata de conocer los cambios en los hábitos de compra y consumo de alimentos y analizar cómo repercute el debate de los desperdicios alimentarios en los derechos a los consumidores. Así, uno de cada tres consumidores reconoce que ahora buscan más ofertas, el 23% que aprovecha más la comida y el 9% afirma que directamente ha reducido el gasto en alimentación.

En cuanto al formato de las compras, éstas también se volvieron más racionales, según el estudio, que revela que prima la compra en mercado de abasto o supermercado pequeño (68%) frente a la gran superficie (8%), y la compra al peso (73% y 82% carnes-pescados y fruta, respcetivamente) frente a la compra en bandejas.

Sobre si los restos de alimentos que en ocasiones tiene que desechar el consumidor se deben a diseños poco adecuados de los envases o la comercialización de productos defectuosos, un 42% afirma que tuve que tirar con frecuencia producto porque se ha estropeado antes de la fecha razonable de consumo. El mismo porcentaje que asegura no haber podido aprovechar todo el producto a causa del diseño del envase.

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