SOLIDARIDAD

Alemania abre sus puertas 
a la cultura de los préstamos

Distintas iniciativas empresariales buscan su hueco mientras luchan contra el exceso consumista

Más allá de compartir el coche con BlaBlaCar o la casa en Airbnb, en Alemania proliferan las iniciativas empresariales basadas en la cultura del préstamo, enmarcadas en movimientos que luchan contra los excesos consumistas. Plataformas para intercambiar alimentos, talleres de hobbies, granjas y huertos cooperativos o alquiler de herramientas son sólo algunas de las cerca de cincuenta iniciativas que eligieron la capital alemana para su cumbre "Sharing City Berlin Week" la pasada semana.

Leila Berlín es una de las más populares y recupera en su tienda la vieja costumbre vecinal de prestar utensilios cotidianos como alternativa a comprar todo nuevo; desde ropa, vajilla y herramientas, hasta juegos de mesa o bicicletas. "En Leila creemos que tenemos que reducir el consumo en los países desarrollados para rebajar el impacto en los recursos; y para ello hay que cambiar el concepto de sociedad e individuo, volver a lo local", aseguró Brice Arnaudeau, voluntario que en sus ratos libres trabaja en la tienda.

Este estudiante francés, junto a los demás voluntarios encargados de verificar que los objetos se devuelven en buenas condiciones, explica que el más popular es la taladradora, aunque también desaparecen con facilidad de las estanterías los juegos infantiles y, en los días de sol, las barbacoas. El éxito de este espacio ha sido tal, desde su apertura hace dos años en el familiar barrio de Prenzlauer Berg, que el próximo mes repetirán la formula con una segunda tienda en Viena (Austria).



Objetivo principal

En esa misma línea funcionan ya en Berlín otras iniciativas centradas en el préstamo de objetos, como Fairleihen o Leihbar, pero han surgido muchas otras modalidades donde compartir es el objetivo principal. Mientras los taxistas protestaban esta semana en las principales ciudades europeas frente a aplicaciones que localizan conductores privados para trayectos urbanos, la empresa alemana Autonetzer va más allá y propone prestar coches particulares. Su página web aúna dos intereses: los de los dueños de automóviles que buscan amortizar los gastos fijos del mantenimiento del vehículo mientras no se usa, y por otro, los de aquellos que sólo necesitan este medio de locomoción de manera puntual.

La imaginación no conoce límites y "Curiositea" puede llegar a ser un buen ejemplo de este fenómeno; un proyecto de plataforma, aún en desarrollo, donde distintos profesionales pondrán a disposición de quien lo desee un rato de su tiempo. "El nombre viene de la idea de quedar para tomar un té o un café con un profesional y preguntarle sobre su trabajo o sobre sus estudios", explicó Jenni Ottilie, fundadora de esta iniciativa.Este concepto está basado en la práctica del "Work Shadowing" muy popular en EEUU y el Reino Unido, donde los estudiantes, antes de incorporarse al mundo laboral, pasan un día en una empresa relacionada con sus intereses profesionales para saber cómo funciona.

"Tanto si estudias como si quieres cambiar tu trayectoria profesional, es interesante conocer de primera mano las experiencias de cada trabajo o incluso si están felices con lo que hacen", dijo Ottilie.

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