Las autoridades germanas continúan sin identificar el origen del brote infeccioso en la ciudad-estado de Hamburgo

Alemania exculpa ahora a los pepinos españoles y la UE promete ayudas

Un trabajador arranca plantas de pepino por la crisis alimentaria en un invernadero almeriense (Foto: Carlos Barba)
Alemania exculpó ayer a los pepinos españoles del brote de la variante letal de la bacteria 'E.coli', una semana después de que les señalara como los causantes de una infección masiva, lo que ha derivado en una cadena de graves perjuicios para la agricultura en España. La responsable de Sanidad de la ciudad-estado de Hamburgo, Cornelia Prüfer-Storks, que fue la que culpó inicialmente a los pepinos procedentes de Andalucía, dijo ayer que esas hortalizas no son la fuente del brote infeccioso que, según las autoridades alemanas, ha matado ya a 15 personas.
Fuentes de la oficina de Prüfer-Storks aseguraron que el estudio comparativo en el laboratorio evidenció que la agresiva y resistente variante de esta bacteria descubierta en las heces de los afectados, la 'O104', no coincide con la detectada en los pepinos españoles del mercado central de Hamburgo. 'En dos de los cuatro análisis realizados no se han encontrado coincidencias con la variante 'O104' que fue aislada en las pruebas de heces de los pacientes', indicó la responsable de Sanidad de Hamburgo, epicentro de la infección.

pruebas aleatorias

Pero para no rectificar del todo, Prüfer-Storks consideró correcta su denuncia de la semana pasada con el argumento de que los productos españoles presentaban otros patógenos de riesgo, al tiempo que subrayó que se sigue sin identificar la fuente del brote, como había dicho anteriormente el ministro federal de Sanidad, Daniel Bahr.

Mientras el Instituto de Higiene de Hamburgo mantiene sus pruebas aleatorias a verduras y hortalizas frescas, el Instituto Robert Koch siguió advirtiendo ayer de que no se deben consumir tomates, pepinos y lechugas crudos, lo que ocasiona graves pérdidas económicas al sector agrícola español.

La paralización de pedidos desde países centroeuropeos como Alemania, Austria o Bélgica, así como de Reino Unido y Rusia, causarán perdidas a los agricultores españoles de hasta 200 millones de euros semanales, según el cálculo de la Federación de Productores y Exportadores de Frutas y Hortalizas (Fepex). Con todos estos argumentos, España decidió presentar ante la Comisión Europea peticiones de indemnización, que la UE ha decidido estudiar cómo concretarlas.

El comisario europeo de Agricultura, Dacian Ciolos, indicó en rueda de prensa, al término de la reunión informal de ministros de Agricultura y Pesca de la UE, que Bruselas dispone de varios mecanismos para responder a la crisis en el sector hortofrutícola. La CE analizará la posibilidad de aplicar un mecanismo que permite retirar del mercado una parte de la producción, cuyo coste se puede cubrir con el presupuesto de las organizaciones de productores de cada país.

Paralelamente, el comité de expertos de Salud Alimentaria de la UE decidirá si se justifica el bloqueo de varios países europeos a las hortalizas españolas. Un portavoz del Ejecutivo comunitario, Oliver Drewes, explicó que un país no puede cerrar sus puertas a mercancías de otro socio comunitario si no es 'porque se justifica la cláusula de excepción del peligro para la salud pública'.

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