Las primeras excavaciones de yacimientos paleolíticos que se realizan en la zona de As Lamas, el municipio de Monforte de Lemos, arrojan resultados cada vez más alentadores a medida que avanzan los trabajos, según reconoció el arqueólogo Arturo de Lombera.
El equipo científico, coordinado por la Universidad de Santiago, ya ha logró desenterrar en torno a una veintena de objetos que ofrecerán la posibilidad de datar con métodos radiométricos la antigüedad de estos primitivos asentamientos humanos.
Arturo de Lombera, codirector de los trabajos de campo, calificó de muy buenos los primeros resultados.
Por una parte, explicó, se han hallado industrias paleolíticas en las dos catas practicadas hasta ahora -separadas por una distancia de unos 10 metros-, lo que ya supone un acierto notable teniendo en cuenta que la zona en estudio tiene una extensión de muchos cientos de metros cuadrados, señaló.
Los artefactos encontrados en la superficie del terreno en los últimos años, y que indicaban la presenta existencia de yacimientos en el subsuelo, ahora confirmada, estaban dispersos en un área muy amplia, por lo que la posibilidad de encontrar útiles enterrados al primer intento no era demasiado elevada, comentó el experto.
Por otra parte, las piezas que salieron a la luz presentan una tipología que concuerda con las que fueron halladas previamente en la superficie, encuadradas en el Paleolítico Inferior, con una antigüedad estimada de entre 150.000 y 400.000 años.
Las excavaciones se encuentran aún en una primera fase y es probable que proporcionen más hallazgos en los próximos días. En función de los resultados, los arqueólogos decidirán si amplían los dos sondeos ya iniciados o si practican una tercera cata en otro lugar.
Entre los objetos desenterrados hasta ahora en As Lamas, a diferencia de los hallados en superficie en la misma zona, no hay herramientas.
Los nuevos hallazgos consisten en lascas y núcleos líticos, es decir, esquirlas extraídas de la piedra natural durante el proceso de fabricación de utensilios y piedras de las que se han desprendido dichas esquirlas, explicó Arturo de Lombera.
Los investigadores esperan encontrar también útiles terminados en el subsuelo, si bien los hallazgos hechos hasta ahora ya permiten efectuar dataciones, lo que puede servir para determinar con precisión, por primera vez, la edad de los yacimientos monfortinos.
Arturo de Lombera, codirector de los trabajos de campo, calificó de muy buenos los primeros resultados.
Por una parte, explicó, se han hallado industrias paleolíticas en las dos catas practicadas hasta ahora -separadas por una distancia de unos 10 metros-, lo que ya supone un acierto notable teniendo en cuenta que la zona en estudio tiene una extensión de muchos cientos de metros cuadrados, señaló.
Los artefactos encontrados en la superficie del terreno en los últimos años, y que indicaban la presenta existencia de yacimientos en el subsuelo, ahora confirmada, estaban dispersos en un área muy amplia, por lo que la posibilidad de encontrar útiles enterrados al primer intento no era demasiado elevada, comentó el experto.
Por otra parte, las piezas que salieron a la luz presentan una tipología que concuerda con las que fueron halladas previamente en la superficie, encuadradas en el Paleolítico Inferior, con una antigüedad estimada de entre 150.000 y 400.000 años.
Las excavaciones se encuentran aún en una primera fase y es probable que proporcionen más hallazgos en los próximos días. En función de los resultados, los arqueólogos decidirán si amplían los dos sondeos ya iniciados o si practican una tercera cata en otro lugar.
Entre los objetos desenterrados hasta ahora en As Lamas, a diferencia de los hallados en superficie en la misma zona, no hay herramientas.
Los nuevos hallazgos consisten en lascas y núcleos líticos, es decir, esquirlas extraídas de la piedra natural durante el proceso de fabricación de utensilios y piedras de las que se han desprendido dichas esquirlas, explicó Arturo de Lombera.
Los investigadores esperan encontrar también útiles terminados en el subsuelo, si bien los hallazgos hechos hasta ahora ya permiten efectuar dataciones, lo que puede servir para determinar con precisión, por primera vez, la edad de los yacimientos monfortinos.
