Más de setenta coleccionistas que atesoran en su conjunto medio millón de sobres de azúcar se reúnen en la localidad malagueña de Villanueva del Trabuco, con motivo de la segunda edición de un encuentro internacional dedicado a este coleccionismo, poco extendido en Andalucía.
El impulsor del encuentro, Antonio José Jiménez Durán, ha explicado que los sobres que habitualmente se encuentran en los bares son nominativos del establecimiento o de una marca de café, y los coleccionistas normalmente buscan las colecciones completas de envoltorios conmemorativos de una fecha o con ilustraciones.
Jiménez, quien comenzó a coleccionar sobres de azúcar hace más de 15 años a raíz de comprobar la arraigada afición que existe en Cataluña, en los últimos años ha ampliado su dedicación, hasta el punto de que dispone actualmente de 80.000 envoltorios.
Aunque pueda parecer 'una contradicción', los sobres se coleccionan sin el azúcar que almacenan, ya que este producto se humedece y cristaliza, además de amarillear el envoltorio, por lo que se practica un pequeño orificio con un cúter y se extrae el contenido, ha comentado.
Después se pueden guardar en unas hojas de filatelia que existen para distintos formatos, dado que al tradicional sobre de forma rectangular se han unido otros cada vez más extendidos en España como los tetraedros o tubos, mientras que en otros países hay en forma de corazón, óvalo o de terrón, éste último en desuso en nuestro país, ha señalado Jiménez.
Otra de las coleccionistas con un importante 'tesoro' es María Teresa Cucarull, farmacéutica de Tarrasa (Barcelona), quien al igual que Jiménez cuenta con 80.000 sobres en su haber.
Cucarull, de 59 años, comenzó su afición a los 12, porque coleccionar sobres de azúcar 'no costaba dinero', y a los envoltorios que le traían familiares o conocidos sumó posteriormente los que lograba en encuentros y, en la actualidad, a través de internet, según ha declarado a Efe.
Para la coleccionista, los más 'valiosos' de la colección son los primeros azucarillos, de los años 60, porque 'iban envueltos en papel blanco, con una fajita similar a la de los puros'.
Sin embargo, los sobres de azúcar no están catalogados como los sellos o las monedas, por lo que 'tienen el valor que cada uno le quiera dar'.
De momento, la farmacéutica no tiene hijos que quieran 'heredar' su colección, por lo que confía en que algún nieto quiera continuar su afición y, de lo contrario, 'antes de tirarla a la basura, tengo muchos teléfonos', ha referido.
Con motivo de este encuentro, el Ayuntamiento de Villanueva del Trabuco ha realizado una edición especial de sobres de azúcar con imágenes típicas de las fiestas patronales, y repartirá 75.000 unidades.
Además de la oficial, los restaurantes y patrocinadores del encuentro han elaborado otras tres colecciones en la que se reflejan fotos antiguas del municipio, las diferentes formas de pedir el café en la provincia de Málaga y los castillos de España.
Jiménez, quien comenzó a coleccionar sobres de azúcar hace más de 15 años a raíz de comprobar la arraigada afición que existe en Cataluña, en los últimos años ha ampliado su dedicación, hasta el punto de que dispone actualmente de 80.000 envoltorios.
Aunque pueda parecer 'una contradicción', los sobres se coleccionan sin el azúcar que almacenan, ya que este producto se humedece y cristaliza, además de amarillear el envoltorio, por lo que se practica un pequeño orificio con un cúter y se extrae el contenido, ha comentado.
Después se pueden guardar en unas hojas de filatelia que existen para distintos formatos, dado que al tradicional sobre de forma rectangular se han unido otros cada vez más extendidos en España como los tetraedros o tubos, mientras que en otros países hay en forma de corazón, óvalo o de terrón, éste último en desuso en nuestro país, ha señalado Jiménez.
Otra de las coleccionistas con un importante 'tesoro' es María Teresa Cucarull, farmacéutica de Tarrasa (Barcelona), quien al igual que Jiménez cuenta con 80.000 sobres en su haber.
Cucarull, de 59 años, comenzó su afición a los 12, porque coleccionar sobres de azúcar 'no costaba dinero', y a los envoltorios que le traían familiares o conocidos sumó posteriormente los que lograba en encuentros y, en la actualidad, a través de internet, según ha declarado a Efe.
Para la coleccionista, los más 'valiosos' de la colección son los primeros azucarillos, de los años 60, porque 'iban envueltos en papel blanco, con una fajita similar a la de los puros'.
Sin embargo, los sobres de azúcar no están catalogados como los sellos o las monedas, por lo que 'tienen el valor que cada uno le quiera dar'.
De momento, la farmacéutica no tiene hijos que quieran 'heredar' su colección, por lo que confía en que algún nieto quiera continuar su afición y, de lo contrario, 'antes de tirarla a la basura, tengo muchos teléfonos', ha referido.
Con motivo de este encuentro, el Ayuntamiento de Villanueva del Trabuco ha realizado una edición especial de sobres de azúcar con imágenes típicas de las fiestas patronales, y repartirá 75.000 unidades.
Además de la oficial, los restaurantes y patrocinadores del encuentro han elaborado otras tres colecciones en la que se reflejan fotos antiguas del municipio, las diferentes formas de pedir el café en la provincia de Málaga y los castillos de España.
